La OTAN enseñará músculo a Moscú con más tropas en el Este

El despliegue responde al «comportamiento agresivo» de los rusos

MONTSE MARTÍNEZ
BRUSELAS

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Pese a que los líderes europeos descartan una solución militar a la crisis ucraniana, la OTAN ha decidido enseñar músculo a Rusia.

Con un enfrentamiento bélico abierto a puertas de fronteras aliadas, los 28 jefes de Estado que componen la alianza militar se reunirán el jueves y el viernes en la ciudad galesa de Cardiff (Reino Unido) con la intención de aprobar el envío de tropas a los países del Este en respuesta al «agresivo comportamiento» ruso, tal y como adelantó ayer el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.

Sin demasiados detalles todavía -Rasmussen no concretó el número exacto aunque habló de varios miles de soldados que irán rotando por países-, el secretario general de la OTAN aseguró que este «plan de acción rápida» se llevará a cabo «en cuestión de días» y dará mucha más visibilidad a la alianza en el Este. Serán soldados de los Ejércitos de tierra, mar y aire apoyados por fuerzas especiales.

«Rusia no considera a la OTAN un socio sino un adversario y nos debemos adaptar a esa situación», afirmó Rasmussen tras recordar los esfuerzos que, en vano, la alianza ha llevado a cabo para construir lazos «constructivos» con Rusia desde que terminó la guerra fría. «No podemos ser ingenuos ni hacernos ilusiones», apostilló Rasmussen para dar cuenta del patente deterioro de las relaciones entre los aliados y Rusia.

El incremento militar en las fronteras del Este, según Rasmussen, reforzará de forma significativa la capacidad de respuesta de la OTAN - «una punta de lanza, una fuerza de acción muy rápida que podrá desplegarse en poco tiempo»-.

El plan también pasa por reforzar los infraestructuras nacionales como puertos y aeropuertos para aumentar la capacidad de respuesta en caso necesario.

EL PARAGÜAS DE LA ALIANZA / Ha sido a raíz de la flagrante incursión rusa en territorio ucraniano cuando se ha vuelto a reabrir el debate de la posibilidad de que Ucrania solicite la  entrada en la OTAN. En este sentido, Rasmussen aseguró que, previamente, el país debería cambiar su estatuto de no adhesión y, además, cumplir los requisitos necesarios.

Las elecciones en Ucrania el próximo mes, seguidas de la constitución de un nuevo Parlamento, podrían ser un buen punto de partida para reconsiderar la posición de no adhesión.

«Está en manos de la habilidad de Ucrania llevar a cabo las reformas necesarias para adaptarse a los criterios de la OTAN», puntualizó Rasmussen sobre la posibilidad de que la alianza suscriba un plan de asociación con las futuras autoridades ucranianas.

La cumbre que la OTAN celebrará en Gales -«llega en un momento crucial de su historia», aseguró el secretario general- se centrará en la crisis ucraniana durante la primera jornada, con presencia del presidente de Ucrania Petró Poroshenko, sin olvidar focos de conflicto como el auge de las milicias yihadistas en Irak y la evolución en Afganistán.