La OTAN advierte a Rusia que está lista para enviar tropas a Turquía

Hace una semana que la aviación rusa empezó a lanzar sus primeros ataques aéreos sobre Siria y la OTAN no ha tardado ni un segundo en reprobar una escalada militar que lo único que ha conseguido, según advirtió este jueves su secretario general Jens Stoltenberg, es empeorar la situación. «Los ministros están de acuerdo en que la escalada militar de Rusia en Siria genera serias preocupaciones. Le pido a Rusia que juegue un papel constructivo en la lucha contra el Estado Islámico. Su apoyo al régimen [de Bashar el Asad] no ayuda», advirtió este jueves tras la primera sesión del Consejo Atlántico.

El exprimer ministro noruego se mostró especialmente crítico con las incursiones rusas sobre el espacio aéreo de Turquía y anunció la disposición de la OTAN a enviar tropas a ese país aliado si fuera necesario. «La OTAN está preparada y capacitada para defender a todos sus aliados, incluida Turquía, contra cualquier amenaza».

«Una de las principales razones de aumentar nuestra capacidad de reacción, duplicar fuerzas y aumentar eficacia en la toma de decisiones son los retos en el este y el sur», añadió Stoltenberg, subrayando que están listos para desplegar sus tropas en territorio turco si fuera necesario. «La violación del espacio aéreo turco es inaceptable. La OTAN seguirá de cerca los acontecimientos y será solidaria con Turquía», advirtió.

PROBLEMA ENQUISTADO

Y es que, aunque la Alianza no está implicada en la guerra contra Bashar el Asad, es muy consciente de que el problema lleva cuatro años enquistándose y que la única salida es política. «Hay una necesidad de renovar esfuerzos, de iniciativas políticas para encontrar una solución política a la crisis en Siria porque a largo plazo no hay solución militar posible», admitió el máximo responsable aliado. «Deben finalizar los combates. Tiene que haber una solución política, una transición y mi preocupación es que los rusos no se dirigen principalmente contra el Estado Islámico, sino contra otros grupos de la oposición, y que están apoyando al régimen», alertó.

Stoltenberg verbalizaba así el sentir de muchos de sus colegas. «Rusia no es ni constructiva, ni fiable ni coopera», lamentó la ministra de Defensa holandesa, Jeanine Hennis-Plasschaert. «Es importante para Rusia que acepte que si combate a aquellos que combaten al Estado Islámico, Rusia reforzará al Estado Islámico. Eso no es ni en interés nuestro ni en el de Rusia», replicaba la titular de Defensa alemana, Ursula von der Leye. Y lo mismo el británico Michael Fallon. «Rusia está provocando una situación muy peligrosa en Siria», advertía instando al presidente ruso, Vladímir Putin, a usar toda su influencia sobre Asad para que detenga los bombarderos contra civiles.

La reunión también se saldó con un breve debate sobre Afganistán y el plan de retirada gradual de tropas, aunque las decisiones no se tomarán hasta más adelante. «Todavía no hemos decidido sobre el nivel de tropas y donde estarán basadas, pero continuaremos apoyando a los afganos», aseguró Stoltenberg, subrayando que todos los países aliados están de acuerdo en seguir ayudando. «Lo que discutimos no es si nos vamos o nos quedamos porque nos vamos a quedar», añadió. La idea es que una vez que termine la actual misión militar, reemplazarla por una misión civil aunque con un componente militar, según explicó el secretario general de la Alianza.

MÁS CUARTELES

De la reunión también salió el anuncio de que la Fuerza de Reacción Rápida de la OTAN ya está lista. Serán 40.000 efectivos con capacidad para desplegarse en 48 horas. Además, habrá dos cuarteles en Hungría y Eslovaquia que se suman a los seis que ya fueron activados en septiembre en Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia y Rumanía. «Todo esto lanza un mensaje: la OTAN os defenderá. La OTAN está lista», dijo Stoltenberg.

Los aliados no solo miran al este de Europa. Cada vez lo hacen con mayor preocupación hacia el sur y de ahí que en los próximos meses considerarán posibles necesidades adicionales de defensa en esta zona.

En este sentido, el ministro de Defensa español, Pedro Morenés, anunció su intención de proponer el mantenimiento de la batería de misiles Patriot que tienen en la localidad turca de Adana si la OTAN se lo pide y si se suman otros países para sustituir a Alemania y EEUU, con mandato hasta finales de este año.