Osborne reivindica el centro político para los conservadores británicos

La llegada de Jeremy Corbyn al liderazgo laborista ha empujado a los conservadores al centro político. “Nosotros somos el partido de los trabajadores”, ha afirmado sin el menor sonrojo George Osborne. En el tono ambicioso de un futuro primer ministro, rebasando con creces los asuntos que le incumben estrictamente como ministro de Finanzas, Osborne ha hecho este lunes un llamamiento a los conservadores para “extender nuestras manos”  a los británicos que se sienten “completamente abandonados” por el nuevo liderazgo laborista. El hombre que según los sondeos es el 'tory' mejor situado para sustituir a David Cameron al término de la actual legislatura ha aprovechado su intervención en la conferencia anual del partido en Manchester para hacer una crítica demoledora del laborismo, “que se desliza hacia la izquierda”.

“Ahora somos el partido del trabajo, el único partido verdadero del trabajo. Nuestro mensaje hoy para el partido Laborista es: 'Vosotros habéis retrocedido a la década de los ochenta, nosotros vamos hacia el futuro. Vosotros escucháis a unos pocos, nosotros gobernamos para la mayoría'”. Los conservadores buscan nuevos votantes y  han “creado un nuevo centro” político, de acuerdo con Osborne. “Nosotros somos los constructores y ellos los destructores”, ha dicho.

MÁS RECORTES Y AUSTERIDAD

El ministro  pidió a los suyos que “no se duerman en los laureles”, tras la victoria electoral por mayoría absoluta del pasado mes de mayo. Como se esperaba,  defendió una vez más la política de austeridad de los 'tories', que seguirá adelante a pesar de las críticas: salarios más altos, impuestos más bajos y ayudas sociales más bajas. Unas ayudas sociales que volverán a sufrir un doloroso recorte este otoño. La reducción de los llamados 'tax credit' afectarán sobre todo a las familias con menores ingresos. De acuerdo con el Instituto de Estudios Fiscales, un organismo prestigioso e independiente, la hipotética subida de salarios no compensará en muchos casos las pérdidas, que pueden llegar a ser de más de 1.200 libras al año (1.600 euros).

El responsable de la economía británica también presentó lo que denominó como “la revolución de la devolución”. Un cambio radical en la manera en que las autoridades locales de Inglaterra se financiarán y obtendrán sus ingresos. Los ayuntamientos podrán gestionar los impuestos municipales, que hasta hora redistribuía el Gobierno central. Eso facilitará a las grandes ciudades, como Londres y Manchester, atraer más negocios. Un estimulo para favorecer de paso la economía del norte de Inglaterra, tradicional feudo laborista, y reducir, al menos en teoría,  las diferencias entre el sur de Inglaterra, rico, y el norte, mucho más pobre.

BANCO RESCATADO

Osborne también anunció la venta la próxima primavera del 13%  de participación que el Estado aún tiene en Lloyds Banking Group. El valor de las acciones que se ofrecerán a inversores privados es de 2.600 millones de euros. La entidad bancaria fue rescatada por el Gobierno durante la crisis del 2008, cuando se hizo con el 43% de la participación. El dinero de la venta irá directamente a reducir el déficit.

Y a pesar de ese déficit, el ministro prometió más inversiones en vivienda e infraestructuras, El Tesoro ha creado una comisión independiente que analizará  los proyectos, presidida por el que fuera responsable de transportes en el Ejecutivo laborista, Andrew Adonis. Un fichaje que es otro derechazo de Osborne a la oposición de Corbyn. La comisión dispondrá de unos 5.000 millones de libras (6.000 millones de euros).