Oklahoma, en el 'callejón de los tornados'

El estado se encuentra en la zona de las grandes llanuras de EEUU donde se originan estas peligrosas tormentas

Estado en el que ha quedado el colegio Plaza Towers de Moore, tras el paso del tornado.

Estado en el que ha quedado el colegio Plaza Towers de Moore, tras el paso del tornado. / SG JN**NY** SAH**NY**

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El gigantesco tornado de <strong>Oklahoma</strong> que ha causado al menos 24 muertos y más de 240 heridos se ha originado en el conocido como callejón de los tornados, la zona de las grandes llanuras de EEUU donde confluyen a menudo masas de aire caliente y frío y en la que se originan estas peligrosas tormentas. En esta ocasión, el tornado presentaba una peculiaridad; un gran diámetro: unos tres kilómetros cuando lo habitual es que tengan unos 100 metros.

Durante los meses de mayo, el callejón (Tornado Alley en inglés), situado entre las Montañas Rocosas y los Montes Apalaches, registra con frecuencia el choque de una masa de aire húmeda y cálida procedente del golfo de México y otra desde el norte, de carácter inestable. El contraste entre ambos, explica el meteorólogo Alejandro Lomas, desencadena fuertes tormentas, muy dinámicas, que se asocian a la aparición de los tornados.

En el caso de Oklahoma, además de su gran diámetro, se ha dado también una fuerza importante. Dentro de la clasificación de la intensidad de los tornados --de F0 a F5--, el de este lunes se situaría en una fuerza de F4, con vientos superiores a los 300 kilómetros por hora y que podrían haber alcanzado en algún momento los 400 kilómetros.

Asociados a tormentas severas

Estos fenómenos no se pueden predecir exactamente, pero sí se sabe que están asociados a las tormentas severas, por lo que los servicios de meteorología analizan primero el área donde se dan condiciones favorables para la formación de las tormentas severas y se hace un seguimiento minuto a minuto. Se siguen por radar y por satélite, que cuando captan ciertas características --propias de un tornado-- activan un sistema de avisos a la población. En este caso, el aviso se produjo con 16 minutos de antelación.

En España, el tornado más grave ocurrió en 1886, que causó 47 muertos en Madrid, y cuya intensidad se calculó en un F3. No se dispone de registros de vientos de aquella época.