Oferta a la desesperada

LA PROMESA 3 El diario 'Daily Record' con el documento y las firmas de los líderes británicos en la portada.

LA PROMESA 3 El diario 'Daily Record' con el documento y las firmas de los líderes británicos en la portada.

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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La concesión de más poderes de autogobierno a Escocia, a cambio del triunfo del no, manteniendo al mismo tiempo la financiación estatal que ya perciben ahora los escoceses, amenaza con desatar la furia de los diputados de Westminster. Las nuevas y amplias concesiones fueron calificadas de «discriminatorias» y «desequilibradas» por diputados y políticos británicos. El resto del Reino Unido parece dispuesto a exigir un trato igual al de Escocia, en lo puede convertirse en la vía sin retorno hacia el federalismo.

David Cameron, Ed Miliband y Nick Clegg, los líderes de los tres partidos tradicionales británicos, firmaron ayer una declaración conjunta prometiendo «extensos nuevos poderes» para la autonomía y preservando además la fórmula Barnett, que desde hace 35 años garantiza las partidas de gasto para Escocia, Inglaterra y Gales. Con ese reparto, cada escocés obtiene al año alrededor de 1.400 libras (1.756 euros) más que el resto de los británicos. El Parlamento escocés podría gestionar además el gasto de la sanidad pública (NHS), uno de los temas polémicos a debate de manera recurrente a lo largo de la campaña. La promesa apareció en la portada del Daily Record, un diario popular escocés, próximo al laborismo, en forma de solmene pergamino, con las fotos y las rúbricas de los tres políticos. Para los independentistas se trata de «una oferta desesperada en el último minuto que no contiene nada».

Oposición

«Los votantes de mi circunscripción van a estar horrorizados, si la desequilibrada devolución de 1979 empeora aún más», declaró el diputado conservador por un distrito de Londres Mark Field. «No veo por qué la gente de East Midlands debe contar con miles de libras menos que la gente de Escocia», comentó el laborista Peter Bone. Una figura destacada de los tories, el exministro para Gales John Redwood, también mostró su oposición al plan. «Si Escocia va a tener su propio sistema de recaudación de impuestos, sí pueden elegir el nivel de gravamen fiscal, nosotros en Inglaterra también queremos por supuesto elegir nuestro nivel de gravamen fiscal, que no necesariamente sería igual que el de Escocia y no necesitamos que los diputados escoceses participen en esa decisión». La líder del Plaid Cymru, la nacionalista galesa Leanne Wood, que está haciendo estos días campaña para el sí en Escocia, denunció lo injusto de la fórmula, con la que los galeses serian «300 millones más pobres cada año».

«La propuesta no tiene sentido», para la número dos del Gobierno escocés, Nicola Sturgeon. «Ni siquiera se pueden poner de acuerdo entre ellos sobre los poderes extra que tendría Escocia. Además ya estamos viendo a diputados al sur de la frontera dispuestos a bloquear esos poderes», afirmó. «El camino para garantizar esos poderes», añadió «es votar sí el jueves». Los detalles del plan de devolución siguen sin estar claros. No se sabe, por ejemplo, hasta qué punto podrán los escoceses recaudar sus propios impuestos. Tampoco esta claro si se prohibirá a los diputados escoceses en Westminster votar en asuntos ingleses.

Ayer, nuevamente fueron los laboristas quienes llevaron el peso de la campaña del noEd Miliband tuvo que suspender un encuentro no anunciado con el público en un centro comercial ante los abucheos e insultos de grupos partidarios del , alertados de su presencia en las redes sociales. Miliband restó importancia al incidente, una muestra, dijo, de lo «apasionado de la campaña» y que hay «puntos de vista muy fuertes en ambos bandos». En Clydebank, a las afueras de Glasgow, el exprimer ministro Gordon Brown dirigió su último mensaje a los votantes laboristas, negando rotundamente que el Gobierno británico vaya a privatizar la sanidad pública en Escocia. «¿Creéis de verdad que el partido laborista que creó el NHS, lo votó y lo financió, va a permitir que el NHS sea privatizado en Escocia?», bramó enfurecido. De acuerdo con los laboristas, unos documentos del Gobierno escocés filtrados a la BBC muestran que Salmond tiene un agujero de 450 millones en los fondos de la NHS. La administración del Partido Nacional Escocés afirma que son ahorros que volverá a invertir en servicios sanitarios.