GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

Occidente presiona a Putin para que centre sus ataques en el EI

Hollande y Merkel recuerdan al mandatario ruso que el enemigo a batir son los yihadistas

De izquierda a derecha, Merkel, Putin, Poroshenko y Hollande, durante la reunión celebrada ayer en París

De izquierda a derecha, Merkel, Putin, Poroshenko y Hollande, durante la reunión celebrada ayer en París

EVA CANTÓN / PARÍS

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La ofensiva rusa en Siria planeó ayer sobre la cumbre convocada en el Palacio del Elíseo destinada a analizar la situación en Ucrania en presencia de la cancillera alemana, Angela Merkel, el presidente ucraniano, Petro Porochenko, y el mandatario ruso, Vladimir  Putin, que recibió en París el claro mensaje de que los bombardeos de su Ejército deben dirigirse única y exclusivamente a combatir objetivos de las milicias del Estado Islámico (EI) y no a golpear a la población civil.

«Los bombardeos deben ser contra Daesh [acrónimo en árabe del Estado Islámico] y únicamente Daesh», afirmó el presidente francés al término de una larga jornada de intensa actividad diplomática que se inició con un encuentro bilateral de algo más de una hora con Putin y finalizó con una rueda de prensa junto a la cancillera alemana, Angela Merkel.

En esa comparecencia, Hollande negó que Francia y Alemania mantengan discrepancias sobre las vías de solución del conflicto sirio, aunque eludió pronunciarse sobre uno de los aspectos más espinosos en los que París y Berlín no tienen exactamente la misma visión: el papel de Bashar el Asad.

«Los dos hemos insistido en el hecho de que el EI es el enemigo que debemos combatir», se limitó a señalar el presidente francés. Para Merkel no hay contradicción en el hecho de que «fuera de las acciones militares» se encuentren soluciones políticas que  impliquen más actores que Rusia y EEUU, aunque negó diferencias con Francia en este terreno.

HOJA DE RUTA

Merkel también descartó que se vayan a  hacer concesiones a Putin en Siria a cambio de los avances que se están apreciando en la crisis ucraniana. «Son dos temas que no tienen nada que ver», dijo.

Hollande, por su parte, recordó ante Putin la postura francesa respecto a Siria. Para Francia es impensable trazar la hoja de ruta de una transición política con Asad como interlocutor, aunque está dispuesta a sentarse a negociar con los elementos más moderados del régimen a condición de que el actual presidente sirio abandone el poder. París  acusa a Asad de ser el máximo responsable del caos que ha provocado 250.000 muertos en cuatro años y el éxodo de miles de refugiados.

En todo caso, en el lenguaje diplomático galo hay matices que sugieren, como ya lo hizo el propio Hollande el pasado 8 de septiembre, que la salida de Asad no tiene que ser inmediata aunque, de momento, se mantienen los recelos sobre las verdaderas intenciones de Putin.

Las líneas rojas de París para bendecir la coalición internacional contra el terrorismo presentada por Moscú en las Naciones Unidas siguen siendo tres: los bombardeos deben estar dirigidos al Estado Islámico y no a los opositores sirios, se tiene que garantizar la seguridad de la población civil y hay que aplicar el acuerdo alcanzado en Ginebra en el 2012 para poner en marcha un Gobierno de transición con miembros de la oposición siria.

Todos los planes esbozados hasta la fecha han tropezado siempre con el mismo escollo: el futuro del presidente sirio, Bashar el Asad.

La constatación de los fracasos sucesivos y la irrupción militar rusa han dado un nuevo protagonismo a Vladimir Putin, rehabilitado tras haber sido excluido del G8 en la primavera pasada por su respaldo a los separatistas prorrusos del este de Ucrania.

Ayer la imagen que ofreció el presidente francés al recibir a su homólogo ruso no fue tan gélida como la que días atrás protagonizaron en la ONU Putin y Obama. Hollande le recibió con una ligera sonrisa y con un breve apretón de manos.

Mientras, la coalición liderada por Estados Unidos para combatir al Estado Islámico e integrada por Francia, Alemania, Reino Unido, Catar, Arabia Saudí y Turquía mostraba su preocupación por los bombardeos lanzados sobre las ciudades de Hama y Homs.

GIRO ESTRATÉGICO

GIRO ESTRATÉGICO«Estas operaciones suponen una nueva escalada y no harán más que atizar el extremismo y la radicalización», señalaron en un comunicado en el que exigieron a las autoridades de Moscú  que cesen  de forma inmediata sus ataques contra la oposición y la población civil.

Francia, que durante el último año solo combatía al EI en Irak para no reforzar al presidente Bashar el Asad, ha dado un giro a su estrategia y el pasado domingo realizó los primeros bombardeos sobre territorio sirio, amparándose en la «legítima defensa», establecida en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas.

Rusia reprocha al Gobierno de París la «falta de pruebas» de que los atentados cometidos en territorio francés fueran preparados previamente en Siria.