Obama celebra su última conferencia con la tribus indias tras paralizar el oleoducto de Dakota

Miles de personas se han movilizado en los últimos meses para paralizar la polémica construcción

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Barack Obama presidirá hasta el martes su octava y última Conferencia de las Naciones Tribales de la Casa Blanca, un foro que permite a los líderes de las 567 tribus indias reconocidas por Estados Unidos exponer sus inquietudes y problemas ante las autoridades federales. La conferencia es una creación de la Administración de Obama que, según varios líderes tribales, ha hecho más por los pueblos indígenas del país que todos sus predecesores juntos. Esta vez la cita llega llega en un momento particularmente importante, después de que el Gobierno federal paralizara la construcción de un tramo de oleoducto que atraviesa las tierras aledañas a una reserva sioux en Dakota del Norte. Con apoyo de los ecologistas, la tribu sostiene que el proyecto podría contaminar sus fuentes de agua y dañar sus tierras sagradas.

Desde el pasado mes de marzo miles de personas se han movilizado para detener la construcción del oleoducto proyectado por una subsidiaria de la compañía tejana Energy Transfer Partners, que pretende transportar 470.000 barriles diarios de crudo desde los pozos de la plataforma de Bakken hasta una terminal en Illinois, desde la que sería distribuida en trenes a diversas refinerías. La protesta ha aglutinado a más de tres centenares de tribus, que por primera vez en varias décadas, han hecho causa común, acampando en la reserva de la tribu Standing Rock Sioux. La movilización pacífica contra el proyecto ha dejado momentos de tensión, como el del pasado 3 de septiembre, cuando los agentes de seguridad privados contratados por la constructora Dakota Access atacaron con perros y gas pimienta a los manifestantes que trataban de detener el avance de las excavadoras.

A finales del 2014

La controvertida suerte del oleoducto se gestó a finales del 2014, cuando Energy Transfer, basándose en las recomendaciones de un informe del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, decidió alejar la ruta del oleoducto de Bismarck para prevenir que un potencial accidente o una filtración de crudo pudiera contaminar el suministro de agua de la capital de Dakota del Norte. Descartada esa opción, la empresa decidió que pasara junto a la reserva, atravesando el río Misuri que aporta su suministro de agua. El informe del Cuerpo de Ingenieros, que regula los proyectos de infraestructuras intraestatales, determinó curiosamente que esa ruta no presentaba “ningún problema de justicia medioambiental”.

Pero como han subrayado las tribus y los ecologistas, apoyándose en un análisis de Reuters, el futuro operador del oleoducto, Sunoco Logistics, tiene el peor historial de fugas de crudo de todo el sector. Durante la conferencia en la Casa Blanca, se espera que se aborde el conflicto del oleoducto, que todavía aguarda una resolución. El pasado 9 de septiembre, la Administración Obama decidió detener temporalmente su construcción, solo una hora después de que un juez federal le hubiera dado luz verde al proyecto.