EL YIHADISMO GLOBAL

Obama reitera su 'no' a enviar tropas terrestres

El dirigente rechaza una campaña militar convencional en Irak y Siria contra el EI

IDOYA NOAIN
NUEVA YORK

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Para Barack Obama no solo el medio es el mensaje, también lo son el escenario y la repetición. Ayer, el presidente de EEUU replicó de forma casi idéntica el discurso que ofreció el miércoles pasado anunciando la estrategia de «combate antiterrorista» en Irak y Siria contra el Estado Islámico (EI), pero lo hizo hablando ante algo más de un millar de soldados en la base de MacDill, en Florida, e insistiendo repetida y contundentemente en que Washington no se sumergirá en otra guerra convencional.

«Las fuerzas estadounidenses que han sido desplegadas en Irak no tienen y no tendrán una misión de combate -dijo-. No os comprometeré a vosotros y al resto de nuestras Fuerzas Armadas a otra guerra de tierra en Irak», dijo, haciendo especial énfasis en que la detrucción del EI «no es y no será una pelea de EEUU en solitario» y subrayando la importancia del esfuerzo internacional.

RESPUESTA A DEMPSEY / Eran prácticamente las mismas palabras que Obama había usado una semana antes, pero repetirlas era importante. La víspera se había disparado la conversación sobre el potencial de una campaña militar más convencional después de que el general Martin Dempsey, presidente de la Junta de Jefes del Estado Mayor de la Defensa, dijera en el Congreso que recomendaría al presidente desplegar tropas de tierra en Siria si los ataques aéreos no eran suficientes para derrotar a los extremistas sunís.

En concreto, Dempsey usó dos frases: «Si llegamos a un punto en que creo que nuestros asesores deben acompañar a tropas iraquís en ataques contra objetivos específicos del EI, eso es lo que recomendaré al presidente», dijo en una. «Si hay amenazas para EEUU por supuesto volveré al presidente y haré una recomendación que podría incluir el uso de fuerzas militares de tierra», señaló en otra.

Por más que portavoces de Dempsey y de la Casa Blanca se esforzaran en restar importancia a la aparente divergencia y aseguraran que hay sintonía total respecto a la estrategia, el discurso de Obama ayer se sintió como una clarificación necesaria para calmar no solo a la ciudadanía sino, también, a algunos congresistas de su partido que empiezan a dar muestras de nerviosismo.