OPERACIÓN INTERNACIONAL EN EL PAÍS NORTEAFRICANO

Obama: "No podemos permitirnos repetir Irak en Libia"

El presidente de EEUU defiende la intervención militar contra Gadafi por motivos humanitarios y aboga por el liderazgo en el multilateralismo

El presidente de EEUU, Barack Obama, durante su discurso a la nación, el lunes en Washington.

El presidente de EEUU, Barack Obama, durante su discurso a la nación, el lunes en Washington. / WEP MC WP**DC**

IDOYA NOAIN / Nueva York

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Nueve días después de que empezaran las operaciones militares en Libia, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se ha dirigido esta madrugada por primera vez directamente a su nación para explicar la situación en el primer conflicto armado que inicia desde que es comandante en jefe y para tratar de clarificar sus objetivos.

"Cuando nuestros intereses y valores están en juego --ha dicho-- tenemos una responsabilidad de actuar". "Aunque nunca minimizo los costes asociados con una intervención militar --ha añadido en otro momento--, estoy convencido de que no haber actuado en Libia habría pasado una factura mayor a Estados Unidos".

Interrogantes y dudas de políticos tanto republicanos como demócratas y de ciudadanos han rodeado a Obama desde que aprobó la operación y muchos han quedado sin respuesta en el discurso de 27 minutos, especialmente los que buscan calendarios y planes de salida de la operación militar. Sin embargo, Obama, que eligió para ofrecer su discurso la Universidad Nacional de Defensa en vez del Despacho Oval y evitó en todo momento el término "guerra", sí ha detallado los principios que han regido su decisión de intervenir y los ejes de su política, tanto para Libia como para toda la región.

El cambio de régimen

El cambio de régimen Si muchos estrategas creen que erró al declarar repetidamente antes de que se iniciara la intervención que Muamar "Gadafi debe abandonar el poder", en su discurso Obama ha insistido en esa meta, pero la ha separado de la operación militar, aprobada para la protección de civiles en la resolución 1973 de Naciones Unidas. "Si intentamos echar por la fuerza a Gadafi, la coalición se escindirá", ha asegurado el mandatario estadounidense, que ha prometido "perseguir activamente por medios no militares" la salida de Gadafi pero ha valorado que "ampliar la misión militar para incluir un cambio de régimen sería un error" y ha puesto el ejemplo Irak. "El cambio de régimen allí llevó ocho años, miles de vidas estadounidenses e iraquís y casi un billón de dólares. Eso no es algo que podamos permitirnos repetir en Libia", ha advertido.

Obama ha justificado la intervención en Libia no solo en el consenso internacional para ponerla en marcha y acometerla --un capítulo donde ha citado a España entre sus aliados--, sino en la necesidad de evitar una tragedia humanitaria. "Dejar de lado la responsabilidad de EEUU como líder y, más profundo, nuestras responsabilidades con otros seres humanos habría sido una traición a quienes somos. Algunas naciones pueden ser capaces de ignorar atrocidades en otros países --ha continuado--. EEUU es diferente. Y como presidente me negué a esperar a las imágenes de masacres y fosas comunes antes de emprender acciones".

Filosofía de la intervención

Filosofía de la intervenciónEl presidente estadounidense ha respondido también a quienes critican que haya intervenido en Libia y no en otras zonas con tragedias humanitarias o políticas y ha explicado su filosofía. "Es cierto que EEUU no puede usar el Ejército siempre que la represión ocurre, y dado los costes y riesgos de una intervención, siempre debemos medir nuestros intereses con la necesidad de acción, pero esa no puede ser una razón para no actuar nunca por lo que es correcto", ha señalado.

Ha contestado, asimismo, a quienes identifican en su apuesta multilateralista un deterioro del liderazgo estadounidense. "El verdadero liderazgo --ha subrayado-- crea las condiciones y coaliciones para que otros también den un paso adelante, para trabajar con aliados y socios para que ellos lleven parte del peso y paguen su parte de los costes y para ver que todos respetan los principios de justicia y dignidad", ha afirmado.

No ha hecho menciones específicas a Yemen, Bahréin, Siria o ninguno de los otros países donde la represión está también aplacando las revueltas populares, pero ha hablado con esperanza de un cambio en la región, aunque ha reconocido que ese proceso de cambio "hará el mundo más complicado durante un tiempo". "Estados Unidos no será capaz de dictar el ritmo y el alcance de este cambio --ha advertido--. Eso solo lo podrá hacer la gente de la región. Pero nosotros podemos marcar una diferencia (¿) Este movimiento de cambio no tiene marcha atrás (¿) Donde sea que la gente aspire a ser libre, encontrarán un amigo en EEUU".