INVESTIGACIÓN EN CURSO

Nuevos detalles de la muerte del fiscal Nisman alimentan el misterio

La denuncia del difunto publicada por el Tribunal Supremo ha sorprendido por sus inconsistencias

El fiscal Alberto Nisman el 2013 en su oficina en Buenos Aires, Argentina.

El fiscal Alberto Nisman el 2013 en su oficina en Buenos Aires, Argentina.

ABEL GILBERT / BUENOS AIRES

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Como en una serie policial por entregas, la muerte de Alberto Nisman, el fiscal que acusó a Cristina Fernández de Kirchner de «organizar la impunidad de los prófugos iranís» presuntamente involucrados en el atentado contra la mutual de la colectividad judía (AMIA), en 1994, ofrece a diario nuevos detalles cuya interpretación pone al desnudo el abismo que separa a los argentinos.

Unos creen que se trata de una conjura contra el Gobierno en la que se mezclan servicios de espionaje, medios tradicionales y opositores que salen a buscar sin escrúpulos réditos electorales. Otros creen diametralmente que detrás del hecho hay una mano negra y la presidenta no es ajena.

En este contexto, la fiscal Viviana Fein interrogó ayer al cerrajero que entró al apartamento de Nisman. «La puerta de servicio estaba abierta», dijo. Se han detectado indicios de pisadas en un pasillo. Fein todavía tiene que hablar con los custodios del difunto. ¿Suicidio o asesinato? Las conjeturas proliferan.

INCONSISTENCIAS

El Tribunal Supremo difundió en su página web la denuncia completa del exfiscal. Las casi 300 páginas han sorprendido por sus inconsistencias. La Secretaría de Inteligencia (SI) reveló además que el supuesto espía «clave» en el que Nisman fundamentaba su escrito era un impostor. La SI lo había denunciado en 2012 como un falso agente que extorsionaba a terceros.

Eugenio Zaffaroni, un prestigioso penalista que abandonó ese tribunal hace un mes, dijo que Nisman era un «pobre muchacho» al que intoxicaron con «información torcida y pistas falsas». Para Zaffaroni «en algún momento se tuvo que dar cuenta de que eso era falso». Nisman era protegido de Jaime Stusso, el jefe de la contrainteligencia, un conspirador de pura cepa que sobrevivió a la dictadura y todos los gobiernos democráticos hasta que fue despedido hace un mes y que no parecería ser ajeno a lo que ocurre.