EL ESCÁNDALO DEL ESPIONAJE MASIVO EN INTERNET

Un nuevo reto para las relaciones de Obama con Latinoamérica

Los líderes populistas sudamericanos se sienten bastante más cuestionados en sus países ahora que cuando estalló el 'caso Assange'

Una pantalla gigante de un centro comercial de Hong Kong muestra información sobre Edward Snowden, este domingo.

Una pantalla gigante de un centro comercial de Hong Kong muestra información sobre Edward Snowden, este domingo. / VY MY**TOK**

ABEL GILBERT / Buenos Aires

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El sábado, sin que pareciera entrever el desarrollo de los acontecimientos que tenían lugar en Hong Kong, el presidente Rafael Correa, dijo que el fundador de Wikileaks, Julian Assange, asilado en la embajada ecuatoriana en Londres, no le causa "ningún problema" a su país. "Nos da mucho orgullo y satisfacción haberle otorgado el asilo", afirmó, y añadió que el hecho de que esté bajo la protección del Estado es "un problema de Europa, de Gran Bretaña y Suecia" que se solucionará cuando el Foreign Office le entregue el salvoconducto u Oslo interrogue al asilado en la legación diplomática de Ecuador.

Mientras tanto, Assange "podrá permanecer en la embajada el tiempo que crea necesario, el tiempo que él a bien desee". Pocas horas después, el exagente estadounidense, acusado en su país de espionaje, Edward Snowden, solicitaba a Ecuador asilo político. Snowden pasó de Hong Kong a Rusia y se propone viajar a Quito, con escalas previas en La Habana y Caracas: todo un periplo desafiante para Washington.

“El Gobierno del Ecuador ha recibido solicitud de asilo de parte de Edward Snowden", apenas dijo el canciller Ricardo Patiño. De acuerdo con la cadena televisiva CNN, EEUU le pidió a Ecuador, Cuba y Venezuela que no le otorguen ese beneficio al extécnico de los servicios secretos que reveló los planes de vigilancia norteamericanos. El 'caso Snowden' plantea un nuevo desafío a las complejas relaciones entre la administración de Barack Obama y América Latina.

En agosto del 2012, en plena esfervecencia del 'caso Assange', cuando Correa temía que se trasgrediera el principio de inviolabilidad de la sede diplomática en Londres, Ecuador llevó su controversia con Gran Bretaña y, de manera oblicua, con Washington, a la misma Organización de Estados Americanos (OEA). Entonces, Ecuador recibió el enfático respaldo de la Unión Sudamericana de Naciones (UNASUR), liderada por Brasil. Aquella reunión en Washington puso en evidencia las grietas entre los países de la región y Estados Unidos.

Las diferencias políticas entre el momento en que Assange entró a la embajada ecuatoriana en Londres y el presente son importantes. El frente latinoamericano no es el mismo. En estos meses murió Hugo Chávez, Dilma Rousseff está más que entretenida con la agitación social en Brasil y la argentina Cristina Fernández de Kirchner tampoco atraviesa su mejor momento. A Correa, el 'caso Snowden' tampoco le llega en un instante de calma. El Gobierno ha puesto en marcha una ambiciosa y, a la vez, polémica ley audiovisual que lo enfrenta a toda la oposición, que la califica de golpe a la libertad. Demasiadas situaciones a la vez.