MALESTAR SOCIAL EN ITALIA

Nuevas protestas callejeras contra el Gobierno de Letta

El Movimiento de las Horcas provoca disturbios en las principales ciudades italianas al grito de "¡Que se vayan todos!"

Manifestantes convocados por el Movimiento de las Horcas en una protesta en Turín, este martes.

Manifestantes convocados por el Movimiento de las Horcas en una protesta en Turín, este martes. / periodico

IRENE SAVIO / Roma

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En los últimos días, los hechos están siendo, cuanto menos, enigmáticos en Italia. Este miércoles, mientras el Gobierno de Enrico Letta ganaba una moción de confianza del Congreso por su ley de estabilidad financiera --la primera votación de ese tipo desde que Silvio Berlusconi fue expulsado del Senado y la primera desde que Matteo Renzi arrasó en las primarias de los progresistas del domingo--, se ha extendido en todo el país una protesta callejera que, a pesar de que empezó hace tres días, todavía despierta perplejidad sobre sus reales intenciones.

Y eso que, sin dudas, ruido están haciendo. Tan solo durante esta jornada, el Movimiento de las Horcas, como ha sido apodado, ha provocado disturbios en todas las principales ciudades italianas. En Roma, un grupo ha rodeado el Parlamento al grito del ya famoso "¡Que se vayan todos!" y otro ha paralizado el metro. En Milán, se han producido choques entre la policía, los manifestantes y algunos seguidores del equipo holandés Ajax. Turín ha estado bajo asedio casi todo el día, mientras que en Savona los empleados de una librería se han horrorizado cuando les han instado a la quema de libros.

Sin ningún líder visible, ni razones claras, entre los manifestantes se han visto jóvenes de extrema derecha, vendedores ambulantes, estudiantes, agricultores, peluqueras, pequeños empresarios y los transportistas, que algunos analistas temen que bloqueen las rutas del país en los próximos días. Esto porque, además, Berlusconi y el cómico Beppe Grillo les han dado su apoyo político; Grillo incluso pidió veladamente a la policía que se uniera a la protesta.

Tensión política inusual

Estas manifestaciones están abocando a una tensión política inusual, incluso para un país acostumbrado a las protestas otoñales. "El Gobierno no tendrá dudas en reprimir estas intimidaciones y amenazas para la libertad", ha dicho Angelino Alfano, ministro de Interior y exdelfín de Berlusconi. "Nos han llegado señales claras de los servicios de inteligencia", ha agregado, pidiendo a los manifestantes aislar a los violentos.

"Estas manifestaciones son particularmente inquietantes", señaló por su parte un editorial el diario La Stampa, azuzando a su vez el fantasma de las protestas griegas. "Seguiremos adelante a ultranza", han respondido desde el movimiento, nacido en Sicilia en el 2011.