Análisis

Nueva vuelta de tuerca en el conflicto sirio

FRANCESC VEIGA

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La situación en Siria se vuelve a agravar bruscamente debido al intercambio de fuego artillero en la frontera con Turquía. Ankara ha reaccionado con prontitud y virulencia por dos razones: primero, porque los militares turcos quedaron tocados por el derribo del F-4 espía por las baterías sirias a mediados del pasado mes de junio. Además, Turquía se siente escudada, más que otras veces, por la OTAN; o, al menos, pretende hacer valer el incidente como un ataque contra un miembro de la Alianza Atlántica.

El percance podría terminar como aquel derivado del derribo del F-4 y otros anteriores. Pero esta vez hay indicios que hacen pensar en una posible escalada. Por ejemplo: hace tres días, la cadena de televisión Al Arabiya, de Emiratos Árabes, afirmó que especialistas militares rusos colaboraron con las baterías antiaéreas sirias para abatir el mencionado F-4 turco que, por cierto, iba cargado de tecnología de guerra electrónica. Sumemos a eso que los americanos están en plena recta final de las elecciones, y que ante un agravamiento del conflicto en Siria ambos candidatos,ObamayRomney,deberían posicionarse ante lo que sucede, lo que ayudaría a trascendentalizar el incidente y, sobre todo, a que la voz de Turquía se escuchara mejor que hasta ahora.

Hay más. En las últimas semanas, la guerra que mantienen las fuerzas de seguridad turcas contra el PKK también se ha agudizado. A los atentados y acciones protagonizados por los activistas kurdos en el sureste turco, han respondido las tropas de ese país con duras acciones. A cualquier observador en la zona (y hay un verdaderocongresode analistas y espías de toda procedencia en la frontera sirio-turca) le resulta evidente que desde Siria se está dando apoyo a la guerrilla del PKK, y esta ha lanzado una fuerte ofensiva de verano.

Los rebeldes

Como es de suponer, eso ha puesto de los nervios a Ankara. Porque, además, toda una franja de territorio al norte de Siria (la región de Afrin) está controlada ahora por las milicias kurdas, sin que ni el Gobierno de Damasco ni los rebeldes que lo combaten hayan podido hacer nada por someter a esa nueva autoridad, que juega su propia opción.

Esa rebelión kurda, silenciosa pero real, ha descolocado a casi todos los protagonistas empeñados en la guerra de Siria, incluyendo a las potencias intervinientes. Y es que estamos hablando de tres millones de personas, y de una administración propia coordinada por el Partido de la Unión Democrática que a su vez coordina esfuerzos con el protoestado kurdo vecino, al norte de Irak.

Por lo tanto, la posible escalada internacional en la guerra de Siria mucho dependerá de si los turcos tienen un plan para anular ese nuevo factor, y si la OTAN lo apoyaría. Si no lo hay, puede que la cosa no vaya a más. Si lo hay, veremos tropas turcas en el norte de Siria dentro de días, quizá horas. Ayudará mucho a despejar la incógnita la respuesta a la siguiente pregunta: ¿quién está detrás de la nueva entidad nacional kurda en el norte de Siria?