GUERRA CIVIL EN ORIENTE PRÓXIMO

El 'niño del Barça', símbolo de la campaña contra la muerte de menores en Siria

La imagen de Ahmad Othman, que murió en un bombardeo del régimen sirio vistiendo la camiseta azulgrana, inunda las redes sociales

Mohammad Qataa, el niño ejecutado en Siria, en una protesta por la democracia en Alepo.

Mohammad Qataa, el niño ejecutado en Siria, en una protesta por la democracia en Alepo. / periodico

ANA ALBA / Jerusalén

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Ahmad Othman adoraba al Barça y soñaba con ser una estrella como Leo Messi. El fútbol ocupaba casi las 24 horas de sus días y siempre que podía lucía la camiseta de los azulgrana. Enfundado en estos colores murió el pasado 2 de mayo en un bombardeo del Ejército sirio sobre la localidad de Al-Baida, en la provincia costera de Tartús, que causó más de 400 muertos. Las bombas truncaron el sueño de Ahmad con solo 15 años, le arrebataron la vida a él, a diversos miembros de su familia y a unos cuantos amigos.

Ahmad se ha convertido en el símbolo de una campaña que activistas sirios contrarios al régimen del presidente Bashar el Asad han lanzado este lunes a través de las redes sociales para protestar contra la muerte de menores de edad en la guerra de Siria. Twitter y Facebook se han empezado a inundar de carteles de la iniciativa, llamada tweet4syrianchild (tuitea por un niño sirio), en los que aparecen dos fotografías de Ahmad.

En la primera imagen, tamaño carnet, el chico está vivo, y en la otra yace muerto en el suelo junto a un pequeño charco de sangre. Al lado, un texto explica su historia y pide a los internautas que el día 10 de cada mes escriban tuits para recordar a los niños sirios que mueren cada día en la guerra. El conflicto ha segado ya unas 80.000 vidas y miles de ellas son de niños.

Adolescente ejecutado por hereje

El asesinato de uno de estos menores se conoció este domingo. También tenía 15 años, se llamaba Mohammed Qataa y vendía café para ayudar a su familia en las calles de su barrio, Chaar, un suburbio popular de Alepo.

Mohammed se puso a discutir el sábado con un hombre en la calle y le dijo sin tapujos: "Aunque el profeta Mahoma descendiera del paraíso, yo no me volvería creyente". Sus palabras llegaron a oídos de combatientes del Frente Al-Nusra, que dice pertenecer a la rama iraquí de Al-Qaeda. Arrestaron a Mohammed y desapareció 24 horas. El domingo reapareció cuando los de Al-Nusra lo sacaron a la calle. Tenía el cuerpo lleno de marcas de latigazos, según explicaron algunos testigos al Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), grupo opositor con sede en Londres.

Fusil automático

"La gente se concentró a su alrededor y un miembro de la brigada [de Al-Nusra] declaró: Ciudadanos de Alepo, no creer en Dios es politeísmo y maldecir al profeta es politeísmo. Todo aquel que blasfeme, aunque solo sea una vez, será castigado así (...) Entonces, le disparó dos balas [a Mohammed] con un fusil automático ante la multitud concentrada, su madre y su padre. Luego, el hombre de la brigada se subió a un coche y se fue", explicó un testigo de la ejecución al OSDH.

El director de este grupo, Rami Abdelrahman, ha declarado: "No se puede ignorar estos crímenes que no hacen nada más que favorecer a los enemigos de la revolución y de la humanidad". Abdelrahman explicó que la madre de Mohammed suplicó a los combatientes de Al-Nusra, cuyo acento no era sirio, que no mataran a su hijo, que había participado en manifestaciones a favor de la democracia en Alepo.