CORRUPCIÓN EN PORTUGAL

Mutismo judicial tras tres días de interrogatorio a Sócrates

El chófer llevaba dinero en metálico al exlíder socialista a París, según la prensa

ANTONIO ACEDO MORENO / LISBOA

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«La idea de ser sospechoso por transferencias de capitales con objetivo de ocultarlas, por fugas fiscales y cosas semejantes es absolutamente absurda, nunca tuve cuentas en el extranjero ni capitales para mover». Así lo aseguraba un indignado José Sócrates el pasado 30 de julio cuando fue vinculado por una revista portuguesa con un caso de evasión de impuestos. Ahora, apenas cuatro meses después, es un juez el que pone en duda la honorabilidad del exprimer ministro luso, detenido desde el viernes en el marco de una operación diferente a aquella, pero en la que se investigan los mismos delitos.

Sócrates concluyó ayer un largo interrogatorio de tres días ante el magistrado Carlos Alexandre, a la espera de que sean definidos los cargos y las hipotéticas medidas cautelares. Su arresto supone un hito en la historia de Portugal, que nunca había vivido la detención de un jefe de Gobierno. Aunque ya se había visto relacionado con diferentes escándalos, la implicación de Sócrates en la 'Operación Marqués' supone un escándalo mayúsculo para el país.

Por el momento solo se sabe que el que fuera líder del socialismo portugués es considerado sospechoso por su supuesta implicación en un caso de fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción. La investigación analiza «operaciones bancarias, movimientos y transferencias de dinero sin justificación conocida», según la Fiscalía.

El mutismo por parte de las autoridades judiciales-el caso se encuentra bajo secreto de sumario- contrasta con las informaciones aparecidas en la prensa lusa. Medios portugueses atribuyen a Sócrates una fortuna de 20 millones de euros, oculta en una cuenta a nombre de un amigo suyo (el empresario Carlos Santos Silva, también detenido).

Ayer mismo algunos iban incluso más allá y especulaban con el papel jugado por su chófer, Joao Perna, encargado presuntamente de llevarle en su coche elevadas sumas de dinero en metálico desde Lisboa hasta París. Una práctica que, de confirmarse, dejaría en mal lugar a un Sócrates que hace solo cuatro meses presumía de haber tenido que pedir un préstamo para disfrutar de un año sabático en la capital francesa.

Filosofia en París

Primer ministro durante dos legislaturas (2005-2009 y 2009-2011), el carismático líder socialista se fue a París tras su salida del Ejecutivo, donde aprovechó para estudiar Filosofía. Sócrates regresó un año después a la actividad profesional como presidente del Consejo Consultivo de la farmacéutica suiza Octapharma para América Latina, cargo que compaginó con su condición de tertuliano en la televisión pública.