NUEVA ETAPA EN LA HISTORIA DEl país del nilo

Mursi dice en la plaza Tahrir que la «revolución continúa» en Egipto

El ganador de las elecciones egipcias jura hoy el cargo de jefe del Estado

Mursi, en el centro del estrado, con los brazos alzados, ayer en la plaza Tahrir de El Cairo.

Mursi, en el centro del estrado, con los brazos alzados, ayer en la plaza Tahrir de El Cairo.

LAURA MILLAN
EL CAIRO

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«Juro por Dios, que es grande, preservar con lealtad el sistema republicano, respetar la Constitución y la ley, tener en consideración los intereses del pueblo de manera total y preservar la independencia de la patria, su integridad y su territorio».

El islamista Mohamed Mursi será investido hoy presidente de Egipto y deberá pronunciar estas palabras ante el Tribunal Constitucional. Pero el primer presidente elegido en comicios libres en la historia de Egipto compareció ayer en la emblemática plaza Tahrir de El Cairo para lanzar este mismo juramento.

En un discurso lleno de simbolismo, Mursi recordó a los egipcios que la voluntad del pueblo está por encima de todo lo demás: «He llegado aquí porque vosotros sois la fuente del poder, porque nadie está por encima de vosotros, ninguna institución, ningún ente», afirmó haciéndose oír por encima del rugido de la multitud entregada.

Igual que han hecho miles de manifestantes en los últimos meses en Tahrir, Mursi recordó las consignas de la revolución del 25 de Enero y prometió luchar por traer a Egipto «justicia social y dignidad».

DESAFÍO A LOS MILITARES/ El todavía presidente electo recordó que «la revolución continúa» y lanzó un desafío a los militares: «Que me escuche el Ejército, la policía, el Gobierno y los ministros, no hay poder sobre esta autoridad (del pueblo). Por ella, llegué yo aquí donde está el pueblo y no temo a nadie más a que a Dios».

Entre el público que estiraba la cabeza intentando ver al nuevoraisestaba el joven Tareq Aian, que dijo confiar en que Mursi no se convertirá en «otro Mubarak» y destacó que el nuevo presidente «es un egipcio como el resto».

En un gesto que le diferencia de su predecesor, Mursi ordenó que su retrato no se cuelgue en las instituciones públicas alegando que «el símbolo es Egipto y no el presidente». Pero todo indica que la cara de Mursi podrá verse muy pronto en las calles de todo Egipto. Ayer, en la plaza Tahrir, los vendedores ambulantes distribuían frenéticos camisetas con la cara de Mursi y un mensaje: «Felicidades Egipto».