UNA LEYENDA DEL TEATRO POPULAR ITALIANO

Dario Fo, adiós al 'nobel' más provocador

Dario Fo, a su paso por Temporada alta con un fragmento de su obra maestra 'Misterio bufo'

Dario Fo, a su paso por Temporada alta con un fragmento de su obra maestra 'Misterio bufo' / periodico

ELENA HEVIA / BARCELONA

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La casualidad o quizá el destino ha querido que el mismo día en que se ha fallado el premio Nobel a Bob Dylan coincida con la muerte de otro premio Nobel, el italiano Dario Fo, que lo obtuvo sorpresivamente y no sin polémica en 1997, como en el caso del músico de Duluth. Fo, gran leyenda del teatro popular italiano, ha muerto este jueves a los 90 años en el Hospital Sacco de Milán, donde estaba ingresado desde hacía días por problemas respiratorios.

La actividad creadora de Fo, hombre de un inmenso carisma, es difícil de resumir en una sola palabra. Fue dramaturgo, actor, escritor, ilustrador, escenógrafo y activista, todo a la vez, a lo largo de 70 años de carrera. Este juglar de la cultura italiana, como le gustaba definirse, heredero de Totó y de Eduardo de Filippo, con obras tan significativas como la satírica 'Muerte accidental de un anarquista' o su obra maestra, 'Misterio bufo', se ha mantenido activo hasta el final. El pasado 20 de septiembre presentó en Milán su último libro, 'Darwin', dedicado al padre del evolucionismo, y el pasado verano una exposición con su obra pictórica en Cesenatico, una población costera del Adriático donde Fo pasaba largas temporadas. Dedicado mayoritariamente a la narrativa en los últimos años, desde que en 1995 un ictus estuvo a punto de dejarle ciego, buena parte de su obra se encuentra en Siruela (y en catalán en Bromera), sello que publicará el año próximo su libro 'Razza di zíngaro'.

No se puede entender la trayectoria de Fo sin Franca Rame, su esposa fallecida hace tres añosFranca Rame,, quien solía decir que ella se merecía el 50% del Nobel de su marido. No exageraba. Durante décadas, la pareja trabajó codo a codo y tuvo un hijo, Jacopo, continuador del trabajo de sus padres. De hecho ambos se conocieron en 1953 cuando ella era una gran actriz muy reconocida y él apenas un artista que prometía. Fo, hijo de un jefe de estación ferroviaria, había nacido en 1926 en Sangiano, un pequeña localidad de Lombardía que él solía llamar el "pueblo de las maravillas". Ese lugar fue el sustrato de donde extrajo su amor por la cultura popular que más tarde desarrollaría en sus obras, con las que renovaría el antiguo concepto de la comedia del arte, tal y como cuenta en sus memorias de infancia. Estudió Arquitectura y Bellas Artes pero solo permaneció fiel a la pintura porque no se sentía a gusto prestando "ayuda a la especulación inmobiliaria de los ayuntamientos".

A principios de 1951 hace pequeños monólogos para la radio donde alcanzó un enorme éxito que lo llevó directamente a estrenar en el Piccolo Teatro de Milán, donde conocería a su esposa. En 1960 juntos crearon la compañía Fo-Rame especializada en farsas de trasfondo social. Tal es su repercusión que la pareja salta a la televisión pública italiana, al programa estrella del momento, 'Canzonissima', donde interpretan 'sketches', pero la crítica punzante molesta a los democristianos y a las pocas semanas se les rescinde el contrato. Fo tardará más de 15 años en volver a aparecer en la RAI.

LUCHA CONTRA LA CENSURA

A partir de ese momento el camino de la pareja no abandonará jamás el teatro comprometido. Fundaron Nuova Scena y más tarde el colectivo La Comune que será un importante centro de contracultura en los años 70 y cuyas obras se representarán en fábricas, ateneos populares o dependencias del Partido Comunista Italiano (PCI). Es entonces cuando su trabajo escénico se convierte en reflejo y azote de las miserias políticas y ciudadanas de su país, y en especial del omnímodo poder de la Iglesia. Fue la época de 'Aquí no paga nadie' , 'Pum, pum, pum, ¿quién es? ¡La policía!' y naturalmente de 'Muerte accidental de un anarquista', que ilustraba algunas oscuras actuaciones de la policía y el Ministerio del Interior italiano, disfrazado de suceso ocurrido en Estados Unidos en los años 20.

Su heterodoxia le hace romper con el PCI y acercarse a la potente izquierda extraparlamentaria. Con Rame funda Socorro rojo para apoyar a los detenidos políticos en plena efervescencia de Lotta Continua. No es extraño que la censura mirase con lupa todos sus guiones, pero él era capaz de sortear la palabra haciendo que con su enorme habilidad mímica sus personajes se parecieran a tal o cual político. El maquiavélico Andreotti, 'il divo', era uno de sus favoritos.

No era extraño que le llovieran las denuncias. En 1973 fue arrestado durante la representación de una obra dedicada al golpe de Estado en Chile y ese mismo año Franca Rame fue raptada y violada por un comando fascista. El terrible golpe no detuvo a Fo, que empezó a finales de esa década una importante actividad como director de escena operístico. Tampoco a Rame, que escribió una obra de teatro, 'Strupro', con aquella experiencia.

ANTIGUAS ACUSACIONES

De la mano del anuncio del Premio Nobel regresaron las viejas acusaciones de militancia fascista en la República de Saló cuando era un adolescente. Y él, que nunca negó ese episodio de su pasado, volvió a explicar que se alistó para alejar las sospechas de su padre, activo antifascista. En los últimos años se aproximó a otro cómico preocupado por la política, Beppe Grillo, y a su Movimiento (anticasta) cinco estrellas y esto le valió ser tildado de populista. Como no podía ser de otra manera, Berlusconi fue su bestia negra, a quien atizó fuerte en una de sus obras de teatro, 'L’anomalo bicefalo negli anni duemilla' y en los últimos tiempos se lamentaba de que la era posberlusconi no hubiera propiciado una regeneración política en Italia ofreciendo un nuevo impulso a una izquierda anoréxica. En el 2013 escribió el discurso del día mundial del teatro, una encendida defensa de la profesión.

El último golpe de su vida fue la muerte de Franca Rame que le dejó devastado. En el funeral laico confesaba: “Tengo curiosidad por descubrir el misterio del amor, aunque después haya un final y me toque morir”.