DRAMA HUMANO EN EUROPA

MSF denuncia la "violencia generalizada" contra migrantes en la frontera entre Hungría y Serbia

La oenegé de ayuda humanitaria, que en un año ha tratado a 106 refugiados heridos por la policía, advierte que las agresiones se han vuelto "sistemáticas y humillantes"

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán (centro) atiende una ceremonia de presentación de los nuevos guardias fronterizos, en Budapest, el 7 de marzo.

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán (centro) atiende una ceremonia de presentación de los nuevos guardias fronterizos, en Budapest, el 7 de marzo. / periodico

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Los migrantes que intentan entrar en Hungría desde Serbia son "sistemáticamente" golpeados por policías húngaros, que les pegan y usan gas lacrimógeno contra ellos e incluso les confiscan los zapatos en pleno invierno, según ha denunciado este miércoles la organización humanitaria Médicos sin Fronteras (MSF).

"No parece tratarse de un resbalón de uno o dos policías, sino de algo sistemático, organizado, rutinario", ha declarado a la agencia AFP Christopher Stokes, director general de MSF, que ha regresado recientemente de una misión en Serbia.

En los últimos meses, los equipos de esta oenegé en Serbia han tratado a un número creciente de pacientes que afirmaron haber sido víctimas de una violencia generalizada y cruel, así como de un trato degradante, por parte, presuntamente, de las autoridades húngaras en la frontera entre Serbia y Hungría.

Según cifras divulgadas este miércoles, desde enero del 2016 a febrero del 2017 MSF atendió a 106 personas que presentaban heridas cometidas supuestamente de manera intencional por las patrullas fronterizas de Hungría. Todos los casos tratados seguían un mismo patrón, que incluye heridas por golpes (54 casos), lesiones provocadas por mordeduras de perros (24 casos), irritaciones de gas y espray pimienta (15 casos) y otros tipos de lesiones (35 casos).

Estos abusos, según la organización, también afectan a los más vulnerables, como los menores no acompañados. De los 106 casos, 22 fueron de menores de 18 años.

TUMBADOS Y PISOTEADOS

“Los migrantes y refugiados nos dicen que están siendo golpeados y obligados a tumbarse en el suelo mientras los oficiales de policía los pisotean con sus botas. Que a menudo les confiscan ropas y calzado y que deben regresar a Serbia caminando descalzos en medio de

la nieve y el frío. Las contusiones y otros síntomas que hemos visto y tratado concuerdan con el tipo de abusos que nos describen”, afirma Christopher Stokes.

“Es un ritual de brutalidad que tiene lugar en la propia frontera de la UE orquestado para impedir que la crucen. Es simplemente inconcebible que esto esté sucediendo y los líderes de la UE miren hacia otro lado. Durante la reunión del Consejo Europeo del 9 de marzo, que se celebra exactamente un año después del cierre oficial de la ruta de los Balcanes, los líderes europeos deberían discutir si esta brutalidad es la forma cómo planean seguir protegiendo sus fronteras”, denuncia Stokes.

HUMILLACIONES

De acuerdo con los testimonios recogidos recientemente por los equipos de MSF, esta violencia se ha vuelto reiterada y más humillante en las últimas fechas. Durante las últimas semanas de febrero, concretamente en la noche del 21 al 22 de febrero, casi 240 personas afirmaron haber sido expulsadas de Hungría. Un día después, la clínica de MSF en Belgrado recibió a más de 20 personas que buscaban atención médica después de haber sido golpeadas con dureza.

"Probablemente este hecho represente solo la punta del iceberg, ya que muchas de las personas que vemos en la frontera, por diferentes razones, no acuden a recibir atención médica para sus lesiones", ha declarado Stokes, que ha instado a las autoridades europeas y a las instituciones de la UE a garantizar el pleno respeto del derecho a solicitar asilo y condenar "enérgicamente" cualquier forma de violencia y malos tratos en las fronteras.