Precampaña electoral en Italia

Monti encabezará una coalición centrista sin ser el candidato

El primer ministro dimisionario Mario Monti, durante una rueda de prensa en Roma, ayer.

El primer ministro dimisionario Mario Monti, durante una rueda de prensa en Roma, ayer.

ROSSEND DOMÈNECH
ROMA

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Una lista única de candidatos centristas para el Senado y una coalición de partidos y movimientos moderados para el Congreso, con Mario Monti como jefe de la coalición pero sin que se presente como candidato a gobernar. Este es el resumen que hizo ayer el primer ministro dimisionario sobre su encuentro de cuatro horas con los representantes de formaciones moderadas que piensan acudir a las elecciones de febrero bajo el mismo paraguas de «agenda Monti para Italia». Se trata de un programa, presentado por el mismo Monti hace unos días, en el que da continuidad a las reformas llevadas a cabo en los 13 meses de Gobierno tecnocráta.

«Nunca he pensado en crear un partido» y «no soy el hombre de la providencia», repitió Monti varias veces durante una rueda de prensa al final de la reunión. Sin embargo, dejó claro aque desde su puesto en la coalición vigilará directamente las candidaturas que se presenten para que «reúnan los requisitos necesarios, como la falta de antecedentes penales o la existencia de conflictos de intereses».

ROMPER ESQUEMAS/ Monti explicó que el objetivo es «madurar una ética de los asuntos públicos a un nivel más alto». También subrayó que hay que ir más allá de los rígidos esquemas de derechas e izquierdas, «rompiendo las resistencias de corporaciones y lobis o formas arcaicas de sindicalismo».

La principal actividad de Monti consiste en unificar bajo una sola bandera a varios partidos y movimientos moderados, algunos católicos y otros claramente laicos, lo que podría marginar definitivamente a la derecha de Silvio Berlusconi, a quien tanto los obispos como el Vaticano han descartado en las últimas horas después de haberle apoyado durante 18 años.

En la reunión de ayer estuvieron presentes los católicos de la UDC, los liberales de Italia Futura, representantes de la derecha liberal del FLI, algunos disidentes que están abandonando a Berlusconi, miembros de la CISL, segundo sindicato del país, y del movimiento obrero de inspiración católica ACLI. La entrada en el Congreso exige sacar el 5% de los votos, pero la barrera es del 8% para el Senado. Ninguno de los moderados puede aspirar, aisladamente, al 8%, razón por la que habrían decidido presentarse con listas únicas y coalición. Aún así, no resulta fácil a Mario Monti mezclar a los católicos con los liberales y más bien agnósticos de Italia Futura, liderados por el patrón de Ferrari, Luca Cordero de Montezemolo.