El modelo londinense de la Oyster Card'

La tarjeta electrónica es la forma más habitual de viajar en la capital británica

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icoy24933215 metro londres170301180931 / EFE / ANDY RAIN

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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En el bolsillo de los londinenses no falta la Oyster Card. La tarjeta electrónica es la forma más habitual de viajar en la red de transporte público de la capital y su periferia. La tarjeta azul, del tamaño de una tarjeta de crédito, está en funcionamiento desde el 2003, bajo los auspicios de Transport for London. En el 2012 ya se utilizaba en el 80% de los trayectos de metro, autobús, tranvías, trenes de cercanías y algunos servicios del riverbus, los ferris en el rio Támesis, aunque no todos la aceptan.  

La Oyster se puede utilizar para cada viaje, o a modo de abono semanal, mensual, o anual. El pago por adelantado es posible hacerlo por internet, por teléfono, personalmente en taquillas y máquinas del metro, estaciones de tren, o en alguno de los 4.000 agentes autorizados. Conviene registrarla, para protegerla de una pérdida o de un robo.

La Student Oyster, para estudiantes, tiene un 30% de descuento sobre las tarifas habituales. Los mayores de 60 años disponen de una Oyster completamente gratuita, denominado 'Freedom Pass'.

PRECIOS EN FUNCIÓN DE LA HORA Y DEL RECORRIDO

La tabla de precios es muy complicada y varía dependiendo de la hora en que se viaje y del recorrido. Londres tiene una extensión enorme y está dividida en zonas en lo que a transporte público se refiere. Cuantas más zonas, más caro es el billete. Desde hace algo más de un año es posible pagar el transporte público directamente, con una tarjeta de crédito de contacto, o con una aplicación en el móvil. Quizás esos sistemas destierren en un futuro a la Oyster Card.