El mismo objetivo

José Antonio Sorolla

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Seis meses después de recuperar la presidencia de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), Nicolas Sarkozy subió el sábado el segundo peldaño de la escalera que debe llevarle de nuevo al palacio del Elíseo. La UMP, el partido fundado por Jacques Chirac en el 2002, ya se llama Los Republicanos, tras la aprobación casi a la búlgara del nuevo nombre por los militantes (83% de sís, aunque solo votó el 47% de los 213.030 miembros de la formación). Tal como hizo en el 2004, cuando comprendió que la mejor manera de convertirse en candidato presidencial de la derecha era tomar el control de la UMP, Sarkozy repite ahora la operación y para ello ha montado a lo grande este congreso de «renovación y unidad», lo que incluye el cambio de nombre, una apelación sin siglas, como ahora se lleva (véase Podemos, Ciudadanos, etc.). El nombre cambia, pero el objetivo es el mismo: volver al Elíseo, con lo que sería el primer presidente en repetir cargo tras ser derrotado al final del primer mandato.

Además del cambio de nombre, la renovación del partido se concreta en unos nuevos estatutos que incluyen la elección directa por los militantes de los presidentes de las federaciones, la paridad hombres-mujeres en el buró político y la consulta frecuente a los militantes por internet sobre las decisiones de la dirección.

El cambio de nombre no es solo una cuestión simbólica. Ha tenido que superar una decisión de la justicia, que el 26 de mayo dio luz verde a la iniciativa (sin entrar en el fondo del asunto), frente a la demanda presentada por organizaciones de izquierda que aducían que el uso del artículo determinado Los en el nombre daría a entender que este es el único partido republicano cuando, según el artículo primero de la Constitución, «Francia es una República indivisible» por lo que todos los franceses son republicanos, como argumenta uno de los abogados demandantes.

El cambio de nombre ha desatado también la primera batalla política entre Sarkozy y el exprimer ministro Alain Juppé, su principal rival en las primarias de la derecha para elegir al candidato presidencial en el 2017. Los partidarios de Juppé se oponían primero al cambio con el mismo argumento de los demandantes, pero después lo aceptaron siempre que los militantes votaran sobre una pregunta específica y no conjuntamente con los nuevos estatutos.

Otro de los objetivos del bautizo es olvidar los casos de corrupción y enterrar las luchas internas que afectaron a la UMP. Unos escándalos, como el caso Bygmalion, de presunta financiación ilegal, que son el principal obstáculo para que Sarkozy vuelva al Elíseo. El otro obstáculo es Juppé, quien, en una encuesta publicada hace una semana por el diario Le Parisien, se imponía por primera vez en las primarias a Sarkozy (55% a 45% en la segunda vuelta).