Miles de personas salen a la calle para pedir a las FARC que libere a los secuestrados

Miles de colombianos, en su mayoría vestidos de blanco, han salido a las calles en34 ciudades del país para manifestarse contra elsecuestroy exigirle a lasFARCque liberen a los11 uniformadosque todavía tienen en su poder. Lamovilizaciónha sido convocada a través deredes socialesy de losmedios de comunicación. El Estado no se ha mostrado indiferente al llamamiento. Elpresidente Juan Manuel Santosha instado a los ciudadanos ahacer suyo el clamor.

"Que nadie se quede en su casa, que nadie se quede en sus oficinas, porque todos vamos a marchar con un solo propósito, un propósito que nos une a todos", ha dicho elmandatario, que ha participado de la jornada.

"Queremos paz, es por eso que nos pronunciamos. Acá no está solamente el Gobierno, es toda Colombia, y por eso esto tiene un gran significado. La población está hastiada de violencia. Queremos dejar un mejor país a las próximas generaciones. No podemos seguir 50 años más con la violencia, matándonos los unos a los otros. Exigimos laliberaciónde lossecuestrados. Libérenlos sin condiciones, como demostración de que hay intención de llegar a unacuerdo para la paz", ha añadido.

El impacto de los últimos militares asesinados

Elministro del Interior,Germán Vargas Lleras, ha dicho que la "caravana por la libertad" era la mejor manera de mostrarle al mundo que los colombianos rechazan los métodos de la guerrilla.

La manifestación, que ha tenido sus muestras deadhesiónen otrascapitales de América Latina, así como enEuropayEEUU, se puso en marcha días después de que las FARC ejecutaran a cuatro de sus uniformados cautivos cuando el Ejército intentaba rescatarlos.

Las muertes provocaron un profundo impacto emocional. Johan Steven, de 13 años, e hijo de una de esas víctimas, el sargento Libio Martínez Estrada, encabezó una de esas marchas.

"Esta es una oportunidad para demandar todos los secuestrados en el país, y poner fin a la violencia y el respeto por los derechos humanos y el derecho internacional humanitario por todos los actores del conflicto", ha declaradoChristian Salazar Volkmann, representante en Colombia de laAlta Comisionadade las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

"Hastiados de la guerra"

"Los colombianos están hastiados de la guerra. Así como los españoles y los gringos han salido a la calle a expresar su indignación con la corrupción del sistema económico, y en Chile los estudiantes se volcaron a la calle exigiendo equidad en la educación, en Colombia la gente ha salido a marchar este martes 6 de diciembre contra la barbarie", ha señalado la revistaSemana.

En este contexto, elministro de Defensa,Juan Carlos Pinzónha vuelto a reclamarle a la guerrilla queabandone las armasy emule el camino ya tomado por otros exinsurgentes. De acuerdo con el Gobierno, unos 1.500 integrantes de las FARC abandonaron sus filas a lo largo del 2011. "La desmovilización salva vidas, recupera familias", ha dicho Pinzón.

Dudas sobre el comportamiento del Ejército

El ministro del Interior ha exigido en tanto a la guerrilla que libere a los 12 secuestrados y ha recordado que el Estado no renunciará a rescatarlos "si existe la oportunidad". La política del rescate ha provocadoduras criticaspor parte de la mayoría de losfamiliares de los rehenes. La exsenador Pilar Córdoba, que tuvo un papel importante en la liberación de otros cautivos, acaba de poner en duda laversión oficialsobre lamuerte de los cuatro uniformadosque estaban en poder de las FARC.

Santos no ha tardado en responderle. "Me produce una combinación de coraje y lastima escuchar a personas como la que escuché esta mañana diciendo que todavía tiene dudas sobre lo que pasó. Son personas obsesionadas con el protagonismo, que salen a poner un manto de duda sobre el comportamiento de nuestras Fuerzas Armadas", ha declarado.

El ministro de Defensa, ha calificado de absurdas las expresiones de Córdoba. Ha dicho en ese sentido que laspruebas forenses sonirrefutablesrespecto de la responsabilidad de la guerrilla.