México clama por los jóvenes desaparecidos en Iguala

«Contra el olvido». Un año después, ayer fue el «día de la indignación». Los gritos y pancartas de «Vivos se los llevaron, vivos los queremos» y «Nos faltan 43», los reclamos de verdad y justicia, los silbidos contra el presidente, Enrique Peña, llenaron anoche el Zócalo de la ciudad de México. Ahí ayunaron antes, durante 43 horas, los padres de los 43 estudiantes de Magisterio desaparecidos en Iguala. El presidente dijo que «seguirán las investigaciones»; uno de los padres le espetó dos días atrás: «Se te cayó tu 'verdad histórica' y los expertos demostraron que no los quemaron. ¿Qué tienes que responder?»

Otro padre le dijo al mandatario en esa ríspida reunión: «Mentiroso, no nos cumpliste». El informe presentado hace 20 días por el Grupo Interdisciplinar de Expertos Independientes (GIEI) echó por tierra la versión oficial de lo ocurrido aquella noche -con los 43 calcinados en un vertedero- y alentó a las familias, que ayer encabezaron la manifestación por el paseo de la Reforma: «Seguiremos en la búsqueda y la lucha. Queremos justicia». Con igual actitud, los alumnos de la escuela de Ayotzinapa encabezaron la marcha que recorrió el centro de Chilpancingo, capital de Guerrero.

UNIDAD DE INVESTIGACIÓN

Los padres pidieron la creación de una «unidad de investigación que cuente con la ayuda de ese grupo de expertos internacionales que envió la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)». Pero Enrique Peña respondió con la creación de una fiscalía especial para los desaparecidos, es decir, unos 26.000. El Gobierno dijo que el informe del GIEI «será un complemento pero no un borrón y cuenta nueva» en el caso.

Mientras, las manifestaciones y los reclamos recorrían las calles de ciudades mexicanas y extranjeras, el presidente despachó la jornada con tres mensajes por Twitter. «Seguiremos avanzando en las investigaciones y en asegurar que los culpables respondan ante la ley -tuiteó Peña-. Reitero el compromiso del Gobierno con la verdad y la justicia. Sociedad y Gobierno debemos trabajar unidos en la consolidación de un país que defienda y tutele los Derechos Humanos con eficacia».