ANGELA MERKEL / ALEMANIA

Merkel planta cara a la islamofobia

La cancillera alemana juzga la llegada de inmigrantes a su país de "ganancia"

Merkel, tras poner fin a su discurso a los alemanes de fin de año.

Merkel, tras poner fin a su discurso a los alemanes de fin de año.

J. M. FRAU / BERLÍN

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Las críticas al movimiento islamófobo que desde hace meses se manifiesta en diversas ciudades alemanas, especialmente en Dresde, ocupó un espacio central en el discurso de fin de año de la cancillera Angela Merkel.

El movimiento conocido como Pegida (Patriotas europeos contra la islamización de Occidente) ha ido creciendo progresivamente desde solo unos centenares de seguidores hasta alcanzar la cifra de 17.000 manifestantes el pasado lunes, 22 de diciembre, en Dresde.

Merkel no citó explícitamente el nombre del movimiento, pero llamó a los ciudadanos a no responder a sus convocatorias. «No sigáis a quienes convocan estas manifestaciones. Sus corazones albergan prejuicios, frialdad o incluso odio», afirmó la cancillera, que se refirió al lema que se corea en las manifestaciones de Pegida, «Nosotros somos el pueblo», el mismo que hace 25 años, los ciudadanos y ciudadanas de Alemania del Este gritaban para exigir libertad y democracia en las concentraciones de los lunes que culminaron con la caída del Muro.

 «Hoy algunos vuelven a gritar 'nosotros somos el pueblo', pero lo que en realidad piensan es: 'Vosotros no pertenecéis a este pueblo a causa de vuestro color de piel o por vuestra religión'», concluyó Merkel, que en otro pasaje de su discurso consideró la llegada de inmigrantes como «una ganancia para todos nosotros» y se declaró a favor de la política de acogida de refugiados: «Muchos de estos refugiados han escapado literalmente de la muerte y, por supuesto, nosotros ayudamos y acogemos a esta gente que ha buscado refugio en nuestro país», señaló.

REACCIONES EN CONTRA

Las contundentes críticas al movimiento islamófobo de la cancillera han motivado ya las primeras reacciones en contra, procedentes de destacados miembros del partido euroescéptico Alternativa para Alemania (AfD).

Su presidente, Bernd Lucke, declaró al diario conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung que la cancillera debería escuchar a los promotores del movimiento Pegida, ya que -argumentó- la problemática que genera la integración debe ser discutida de manera objetiva y constructiva.

Según un estudio difundido ayer por el semanario Stern, el 29% de los encuestados defienden las protestas del movimiento, pero el porcentaje se eleva al 71% entre los simpatizantes de Alternativa para Alemania.

Merkel inició su mensaje de fin de año con referencias al conflicto entre Rusia y Ucrania: «Está fuera de toda duda que queremos seguridad en Europa junto con Rusia y no contra Rusia. Pero nadie pone en duda tampoco que Europa no puede ni quiere aceptar que se imponga el derecho del más fuerte contra el derecho internacional», dijo Merkel, quien añadió que Europa había decidido «no dejarse dividir sino mantenerse más fuerte que nunca para defender la paz y sus valores», clave para superar la crisis de Ucrania.