Al menos 15 muertos en un atentado yihadista en un centro de vacunación contra la polio en Pakistán

Los extremistas creen que las vacunas son en realidad un instrumento para esterilizar a los musulmanes

Crime scene investigators collect evidence from the site of a suicide bomb attack close to a polio eradication centre in Quetta

Crime scene investigators collect evidence from the site of a suicide bomb attack close to a polio eradication centre in Quetta / FM/JG/

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Al menos 15 muertos, la mayoría de ellos policías, y 10 heridos ha dejado este miércoles la explosión de una bomba cerca del principal centro contra la polio en la ciudad de Quetta, en el oeste de Pakistán, informó a Efe una fuente policial.

El atentado tuvo lugar alrededor de las 09.00, hora local (04.00 GMT) en el barrio Satelite Town en la capital de la convulsa provincia de Baluchistán, afirmó un portavoz de la Policía local, Muhammad Kazim, que detalló que murieron 12 policías, dos civiles y un miembro de un grupo paramilitar paquistaní. El portavoz policial explicó, además, que la explosión dejó nueve policías y un civil heridos, que fueron trasladados al hospital más cercano.

En declaraciones a la prensa, el ministro del Interior de Baluchistán, Sarfraz Bugti, dijo que el atentado "fue aparentemente un ataque suicida" y se produjo en el momento en el que varios grupos antipolio eran enviados a diferentes partes de la ciudad.

"Estos ataques están motivados por la frustración y una mentalidad cobarde. Continuaremos (...) hasta que eliminemos al último terrorista. Eliminaremos esta ideología extremista", señaló el primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, en un comunicado.

ÚLTIMO DÍA DE VACUNACIÓN

Este miércoles era el último día de una campaña de vacunación que había comenzado el lunes en Quetta y otros distritos de Baluchistán, con el objetivo inmunizar a unos 2,4 millones de niños, entre ellos 55.000 refugiados afganos, según el diario local Dawn.

Los ataques armados de grupos integristas contra vacunadores y sus escoltas son comunes en todo Pakistán y suponen el principal obstáculo para la lucha contra la polio en el país asiático, el único del mundo junto a Nigeria y Afganistán donde la enfermedad es endémica.

Aunque los talibanes no suelen reivindicar estas acciones, grupos afines a ellos y con base en el cinturón tribal fronterizo con Afganistán empezaron en 2012 a cometer ataques armados contra los trabajadores sanitarios que han causado cerca de un centenar de muertes.

Entre otros argumentos, los integristas alegan que la campaña contra la polio forma parte de un complot occidental para esterilizar a los musulmanes y que los vacunadores trabajan como espías para la CIA.