Los retos de la Iglesia católica

Masacre navideña

Masacre navideña 8Los coches aún ardían en el exterior de la iglesia Santa Teresa de Madala.

Masacre navideña 8Los coches aún ardían en el exterior de la iglesia Santa Teresa de Madala.

EL PERIÓDICO
ABUJA

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«Estábamos en la iglesia con mi familia cuando oímos la explosión; solo corrí; ni siquiera sé dónde están mis hijos o mi esposa; no sé cuánta gente ha muerto, pero hay muchas víctimas». Compungido y aún conmocionado, Timothy Onyekwere, residente en Madala, una localidad de la periferia de Abuja, la capital de Nigeria, relató a un periodista de la agencia Reuters lo sucedido en la iglesia Santa Teresa momentos antes. Allí ocurrió la primera de las tres explosiones en centros de culto cristianos que sacudieron al país africano durante el día de Navidad, con un resultado de al menos 40 muertos y cuya autoría se la atribuyó Boko Haram, un grupo islamista que aspira a imponer la ley islámica en todo el territorio nacional de Nigeria, donde la mitad de la población profesa la religión católica.

El templo, que rebosaba de fieles que acudieron a celebrar la Navidad, sufrió daños de gravedad: el tejado quedó destruido por completo, así como varias casas del vecindario. Cinco coches estaban aún en llamas cuando se personaron los primeros reporteros, mientras que el caos había adueñado del lugar. La policía había acordonado la zona, al tiempo que grupos de cristianos habían cerrado con barricadas las carreteras entre Abuja y el norte nigeriano, mayoritariamente musulmán.

«La misa acababa de finalizar y la gente estaba saliendo de la iglesia cuando de repente oí una potente explosión; los coches estaban en llamas y había cuerpos por todos lados», rememoró Nnana Nwachuku.«Sobreviviré»,celebró un herido con las piernas desgarradas por la explosión a bordo de una ambulancia .

Más explosiones

Horas después de la primera deflagración, se registró otra en la iglesia de la Montaña del Fuego y los Milagros en la localidad de Jos, en el centro del país, y una tercera en otro templo cristiano de la población de Gadaka. Además, un suicida mató a cuatro agentes de las fuerzas de seguridad en Damaturu, en el noreste del país. Comercios y negocios cuyos propietarios son cristianos fueron también saqueados e incendiados ayer.

Boko Haram -que en idioma hausa, hablado en el norte del país, significa 'la educación occidental es pecaminosa'- sigue el modelo de lucha armada de la insurgencia talibán en Afganistán. En la pasada Navidad, una oleada de explosiones contra iglesias cerca de Jos causó 32 muertos.

El papa Benedicto XVI pidió ayer serenidad y oraciones para que Dios«detenga las manos de los violentos».