España: corrupción solo en las élites

Mapa interactivo con datos del primer informe anticorrupción de la UE

MARTÍ MASSOT VILA / Barcelona

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"España el país más corrupto de la UE". Esta ha sido la lectura general  de los medios del primer informe anticorrupción publicado por la Comisión Europea este lunes; y razón no les falta. La corrupción en España existe y preocupa, de eso no hay duda, y así lo confirman los datos de dicho informe. Ahora bien, el informe también cita: "España obtiene mejor puntuación que la media europea  por lo que respecta a la pequeña corrupción." O lo que es lo mismo, España sufre menos mordidas que muchos de los países de la UE.

Los datos

Sólo un 2% de los españoles respondieron afirmativamente a la pregunta: ¿En el último año, alguien le ha pedido a usted, o esperado de usted, que pague un soborno por sus servicios? Este 2% está, efectivamente, por debajo de la media de la UE (4%) y muy lejos del máximo de la misma, un 29% (Lituania). Este 2% se sitúa  tan solo un punto por encima de los resultados obtenidos por Finlandia Dinamarca, países que logran mucha mejor puntuación que España en la percepción de si  la corrupción es generalizada (un 20% en Dinamarca por un 95% en España).

La misma tendencia sigue  la respuesta a preguntas como: ¿Conoce a alguien que haya  dado o recibido sobornos? (11% en España, 12% la media europea).

Élites y funcionariado

Todos los datos están basados en opiniones y en experiencias de los ciudadanos, ya que lógicamente no hay datos empíricos sobre el asunto más allá de la experiencia y la percepción. Entonces, una posible explicación que se podría extraer de la divergencia de datos expuesta es que el ciudadano español percibe la corrupción porque a diario lee en los periódicos casos y más casos de chanchullos de sus élites políticas y empresariales. Eso sí la población afirma no experimentar soborno en su vida porque médicos, profesores, bomberos, revisores de tren o polícias no aprovechan su posición como funcionarios para sacarse un sueldo extra a costa del ciudadano, cosa que sí sucede en otros países.