Miles de manifestantes expresan en Colonia su rechazo a Erdogan

Unas 30.000 personas, según la policía, expresaban hoy su ira en las calles de Colonia, contra el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, mientras el polémico dirigente hablaba  a los 15.000 seguidores que le aclamaban en el abarrotado polideportivo Lanxess Arena de la ciudad del oeste de Alemania. Erdogan ha empezado a hablar ante sus incondicionales a las 18.30 de esta tarde, cuando se han calmado los aplausos y los gritos de apoyo. Sus primeras palabras han sido de agradecimiento a los turcos residentes en Alemania que, a pesar de todo, se mantienen fieles a él y a Turquía. “Aunque el mundo sea nuestro enemigo, Dios está de nuestro lado”, se leía en el interior del polideportivo.

Pero en la calle, con las fuerzas policiales en estado de alerta, decenas de miles de manifestantes, muchos de ellos con cascos amarillos con la inscripción 'Soma', demostraban, desde horas antes, su rechazo con camisetas en las que se leía "Taksim por encima de todo", que aludían  a las protestas de la plaza Taksim, de las que está a punto de cumplirse el primer aniversario. Una gran pancarta resumía los motivos de su oposición a la política del primer ministro turco: "No al desprecio, a la corrupción, al despotismo al neoosmanismo, a la violencia, a la autocracia y al fundamentalismo.

Erdogan, todavía no ha anunciado oficialmente su candidatura a la presidencia del país. Sin embargo, nadie duda de que el acto que ha protagonizado hoy en Colonia, se enmarca en la  campaña electoral para las elecciones presidenciales del próximo agosto, aunque el motivo oficial era la conmemoración del décimo aniversario de la Unión de Demócratas Turcoeuropeos, que el AKP, el partido gubernamental de Erdogan, apoya.

En Alemania, donde residen unos tres millones de personas de origen turco, la mitad de ellas con derecho a voto en las elecciones turcas, el viaje de Erdogan a Colonia es, desde hace una semana, objetivo de las críticas de representantes de todos los partidos políticos. El alcalde de Colonia, el socialdemócrata Jürgen Roters, le pidió al primer ministro turco que suspendiera la cita. "Es una provocación, después de las muertes en la mina de Soma y de la dura represión policial en las manifestaciones posteriores", declaró el alcalde a una emisora de radio. Días antes, Roters  había instado a Erdogan a quedarse en su país para dedicar sus energías a  investigar las causas de la tragedia de la mina de Soma, donde fallecieron 301 mineros, según el balance oficial, en lugar de viajar a Alemania "en una gira de campaña electoral".

El propio Erdogan descartó el viernes en Ankara cualquier posibilidad de anular su viaje, a pesar del intenso debate que estaba generando: "Tengo tres millones de ciudadanos allí. Por supuesto que iré a Alemania” . Y su ministro de Exteriores, Ahmet Davutoglu instaba a las autoridades alemana a evitar las "provocaciones contra Erdogan".

Las críticas también llegaron desde la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de Angela Merkel. Thomas Strobl, destacado miembro de la CDU en el Bundestag, afirmó que "hubiera sido mejor si el señor Erdogan hubiera reconocido que tiene tareas más importantes en Turquía que un acto de campaña en Colonia". Por su parte, la cancillera fue más comedida y  se limitó a confiar en la "responsabilidad y sensibilidad" de Erdogan.