Manifestaciones masivas en Colombia para pedir un acuerdo de paz

Víctimas del conflicto llegadas de todo el país se unieron a la marcha en Bogotá como colofón a una semana repleta de movilizaciones

Manifestación masiva en Bogotá en favor de la paz.

Manifestación masiva en Bogotá en favor de la paz. / periodico

PABLO RODERO / BOGOTÁ

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Miles de personas han salido a la calle el miércoles en Bogotá portando flores y banderas blancas y cantando consignas por la paz. Entre la heterogénea multitud había grupos estudiantiles, movimientos sociales y colectivos de víctimas del conflicto, indígenas y campesinos llegados desde todos los puntos del país.

Las marchas, que también tuvieron lugar en otras grandes ciudades como Medellín o Cali, culminan una semana de movilizaciones por la paz tras el rechazo a los acuerdos con las FARC en el plebiscito del 2 de octubre. Las grandes ciudades, a excepción de Bogotá, votaron mayoritariamente por el 'no', poniendo en punto muerto un proceso de paz que ya parecía plenamente consolidado.

Los más de 5.000 indígenas, llegados a Bogotá desde muchas de las zonas del país más afectadas por la guerra, ocuparon un papel central en la manifestación. “Hemos demostrado que las víctimas quieren y desean la paz, pero el sector urbano le dio la espalda al sector rural en el plebiscito”, declara Luis Alberto Uzal, un joven indígena guambiano de la región del Cauca. “Pero cuando en las ciudades se llevan a cabo estas marchas, se produce una reconciliación que permite soñar con por fin conseguir la paz”, añade Uzal.

EN BUSCA DE UNA SALIDA

La primera gran marcha por la paz tuvo lugar el miércoles de la semana pasada en Bogotá y reunió a miles de personas. Supuso un espaldarazo a una salida negociada al conflicto, en un momento en el que el proceso de paz se encontraba en la cuerda floja. Desde entonces se han venido realizando marchas multitudinarias en distintas ciudades del país e incluso se ha levantado una acampada por la paz frente al Congreso de la República, en la Plaza de Bolívar de la capital colombiana.

“La manifestación de la semana pasada fue vital porque demostramos la fuerza que tenemos cuando los estudiantes y los jóvenes nos movemos y la presión que logramos hacer al Estado fue contundente”, declara Sebastián Peñuela, uno de los cientos de estudiantes universitarios que marcharon junto a los indígenas este miércoles. 

El presidente Juan Manuel Santos nombró la pasada semana un equipo de tres negociadores para llegar a un acuerdo con los grupos que apoyaron el 'no' en el plebiscito. Aún no está claro cuál será la fórmula para aprobar unos hipotéticos nuevos acuerdos ni cuánto tiempo se requerirá para renegociar con la guerrilla. Incluso los que abogaron por el 'no' han asegurado que su objetivo es la paz y el comandante en jefe de las FARC, Timoleón Jiménez, confirmó en una entrevista radiofónica el miércoles la disposición de la guerrilla para renegociar de algún modo los acuerdos.

UN PAÍS POLARIZADO

“Ahora el país se polariza entre los del 'no'  y los del 'sí' y eso es una estrategia militarista a la que nosotros no queremos llegar”, declara Juan Carlos, un manifestante afrocolombiano venido desde la localidad de Tumaco. “Nosotros los negros del Pacífico no queremos que haya más guerra e invitamos a que los del 'no', que dicen que quieren la paz, se unan a nosotros en este momento”.

Entre tanto, el movimiento social 'Paz a la calle', surgido la pasada semana en Bogotá y parte activa en las movilizaciones, planea una nueva marcha para el miércoles que viene. Está por ver si las movilizaciones urbanas, un elemento poco habitual en la política colombiana moderna, siguen contando con el apoyo de la población y si pueden ejercer algún papel relevante en este momento de bloqueo institucional. “Uno puede ser soñador y pensar que las marchas presionan, pero ¿qué más puede hacer uno?”, se pregunta Graciela Fandiño, una profesora universitaria asistente a la manifestación, que añade:“Al menos creo que si marcháramos más, nos mataríamos menos”.