El magnate Murdoch amenaza con apoyar el 'si' a la independencia

El rey de los tabloides quiere vengarse aliándose con Salmond del juicio por las escuchas al que le sometió Londres

Rupert Murdoch

Rupert Murdoch / periodico

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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Rupert Murdoch lleva décadas influyendo muy directamente en la política británica. Y el referendo en Escocia no es una excepción. El magnate de los medios de comunicación mantiene una frenética actividad en Twitter, dejando bien claro de qué lado está en la batalla. Murdoch apoya a los independentistas y no lo oculta. Es más, se regodea con sus comentarios.

Tan seguro parece estar de la victoria de Alex Salmond, que ayer ya incluso le daba consejos sobre cómo dirigir la nueva nación soberana. «Okay, ¿cómo debería gobernar Salmond?», se preguntaba. «Paraíso socialista no. La gente necesita trabajos, una paga decente, nuevas inversiones. Unión Europea, no». Horas antes escribió otro tuit: «Los escoceses no se merecen depender de Londres. Difícil elección. Quizá demasiado».

Desde hace días circulan insistentes rumores de que su diario, 'The Sun', se dispone a pedir públicamente el voto a favor del 'sí'. Ese respaldo, con los sondeos tan ajustados, puede ser decisivo. La edición escocesa del tabloide tiene una circulación de 246.000 ejemplares. La cifra equivale al 5% del total de la población. Y donde el 'The Sun' cuenta con más lectores es precisamente en los barrios modestos, de votantes tradicionales laboristas, hoy desencantados e indecisos. Los que van inclinar la balanza a un lado o a otro el jueves.

Un ojo negro

Murdoch, nacido en Australia y con pasaporte de EEUU, nieto de un pastor presbiteriano escocés, tiene claro de qué lado desea que se incline. «La independencia escocesa significa ponerle un ojo negro al establishment político, especialmente a Cameron y Milliband», decía en otro tuit, en el que añadió una l demás al apellido del líder laborista.

La consulta se ha convertido para él en un asunto personal. Es su instrumento para vengarse de quienes en Londres le humillaron con el escándalo de las escuchas telefónicas. De quienes le obligaron a cerrar su dominical favorito. De quienes le interrogaron como un criminal en el Parlamento y han llevado a varios de sus empleados a la cárcel. Sus negocios se resintieron y su ego quedó malherido.

Excelente relación con Salmond

Cuentan que las relaciones entre Murdoch y Salmond son excelentes. El primero habría llamado por teléfono al ministro principal el pasado sábado para avanzarle el resultado del primer sondeo que daba vencedor al 'sí' y que iba a publicar uno de sus periódicos, 'The Sunday Times'.

Los comentarios están despertando indignación. «Aquí están de nuevo, Rupert Murdoch y su viejo amigo Alex Salmod», ha señalado el diputado laborista Tom Watson. «La nueva política es igual que la antigua», se queja. «Murdoch tratando de dictar la agenda».

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