RESULTADOS CONTROVERTIDOS EN LAS PRESIDENCIALES VENEZOLANAS

Maduro ya es presidente pese a la protesta opositora

DECEPCIÓN Los seguidores de Capriles lamentan el anuncio de la derrota de su candidato en Caracas.

DECEPCIÓN Los seguidores de Capriles lamentan el anuncio de la derrota de su candidato en Caracas.

ÁNGEL BERMÚDEZ
CARACAS

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La era poschavista empieza confusa y accidentada en Venezuela. La pírrica victoria del candidato oficialista Nicolás Maduro abrió la puerta a las sospechas generalizadas, las protestas airadas y a las reclamaciones por parte de la oposición. Henrique Capriles, líder opositor, pidió al Consejo Nacional Electoral (CNE) que anulase la proclamación de Maduro como ganador de las elecciones del domingo y procediera a un recuento «voto por voto». «Será un presidente ilegítimo», advirtió Capriles, que convocó a sus seguidores a una cacerolada para hoy mismo.

El CNE corrió anoche a proclamar a Maduro como vencedor de los comicios presidenciales. En un primer escrutinio, le concedió una ventaja de apenas un 1,6% de votos; anoche amplió ligeramente la diferencia a 1,75%. Capriles criticó airadamente las prisas, ya que Maduro aceptó inicialmente el recuento de todos los sufragios. Y las primeras caceroladas empezaron a dejarse sentir ya anoche en Caracas y otras ciudades venezolanas.

«Si las dos partes han dicho que hay que contar papel a papel, voto a voto, ¿cuál es el apuro?», se preguntó el candidato opositor. «Esta crisis que hay en el país -añadió- se resuelve contando voto a voto, así tiene que ser la democracia. La democracia no puede ser esconder una caja, la democracia no puede consistir en hacer desaparecer unos papeles».

Según desvelaron varias fuentes de la campaña de Capriles aportando una contabilización de votos propia, el candidato opositor se impuso a Maduro por entre 300.000 y 400.000 papeletas. Capriles no incidió en este dato.

LIDERAZGO CUESTIONADO / La interpretación generalizada es que estos resultados significan una derrota muy importante para Maduro. «Se le puede aplicar el símil del hijo que derrocha la herencia del padre en apenas un mes. Ha perdido un número importante de votos que, más grave aún, se pasaron a la opción de Henrique Capriles», señaló Carmen Beatriz Fernández, presidenta de la consultora DataStrategia. El retroceso electoral de Maduro pone en cuestión a quién se supone que debería ser el nuevo líder del chavismo.

Maduro hizo una muy mala campaña, a juzgar por la velocidad con la que cayó en las encuestas, durante la cual fue tratado con dureza por Capriles. «Soy un demócrata y ese resultado no refleja la verdad del país. Vamos a hacer todo porque la verdad se conozca, así que señor Maduro, si usted antes era ilegítimo ahora está cargado de más ilegitimidad. Voy a hacer, en el marco de la Constitución, todo lo que esté a mi alcance para que este país cambie. Este es un sistema que se está derrumbando, parece un castillo de arena que lo tocan y se cae», afirmó Capriles.

Desde el Palacio de Miraflores, Maduro se autoproclamó ganador sin ofrecer ninguna muestra de duda. «Gané. Tuvimos una victoria constitucional, legal y justa. Y sabremos qué hacer si alguien levanta su voz insolente contra la voluntad del pueblo». Las calles de Venezuela fueron testigo de celebraciones de seguidores del ungido de Chávez, pero fueron claramente menos ruidosas y eufóricas que hace seis meses, en la victoria postrera de Chávez.

Maduro, un exconductor de autobuses de 50 años, insistió en que seguiría trabajando en la construcción del proyecto socialista del chavismo, pero los resultados electorales permiten dudar de la viabilidad de esa propuesta.

PRIMERAS GRIETAS / El país queda dividido en dos partes casi iguales. «O se produce ahora una apertura y negociación o se anticipa un conflicto», advirtió el director de la consultora Datanálisis, Luis Vicente León, quien hace un mes daba una ventaja a Maduro de 20 puntos. «Maduro no es Chávez y con un margen tan estrecho su gobernabilidad debe ser negociada para que sea estable», dijo.

«Estos resultados ponen en cuestión la hegemonía del chavismo, que va a seguir existiendo pero va ser abandonado cada vez más por su elector utilitario», indicó Carmen Beatriz Fernández, quien apuntó que no veía viable que en este contexto el chavismo pueda avanzar en sus propuestas más radicales.

Ya el domingo por la noche, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, dejó ver las primeras grietas al señalar que los resultados obligan a una profunda autocrítica. Y desde el exterior, el Gobierno de Estados Unidos consideró «necesario y prudente» el recuento de los votos emitidos.

En el otro extremo ideológico, el régimen cubano se volcó en «esta decisiva victoria». «Tu lealtad al pueblo asegurarán la continuidad de la revolución bolivariana y de la genuina integración de nuestra América», manifestó Raúl Castro en su misiva dirigida al «compañero» Maduro.Una euforia que parece, de momento, sobreactuada. Empieza un nuevo culebrón venezolano.