Lucina Jiménez: "La música contribuyó a pacificar Ciudad Juárez"

Lucina Jiménez (Ciudad de México, 1959), doctora en Ciencias Antropológicas, es también directora de ConArte México, asociación que desde el 2006 desarrolla programas de integración social y escolar a través de las artes y la cultura. En el 2010 introdujo un exitoso programa en Ciudad Juárez, castigada por la pobreza, el narcotráfico y el feminicidio. Luego lo extendió a otras siete ciudades de otras zonas peligrosas de México. Estos días visita Catalunya para participar en un seminario de formación en Girona, organizado por ConArte Internacional, contraparte catalana del proyecto.

-¿Qué le impulsó a crear el programa Redes y Artes para la Cultura y la Paz en Ciudad Juárez?

-Fue una propuesta que nos hizo el Gobierno federal de México. Sabían de nuestro trabajo en escuelas públicas con dificultades de convivencia, donde acudían muchos hijos de inmigrantes que vivían prácticamente en situación de exclusión social. Al principio dudamos en aceptar, porque  creíamos que el asunto lo debían resolver los propios juarenses, y también temíamos la manipulación política que pudiera haber.

-Allí desaparecieron las dudas.

-No pudimos negarnos. Era una de las zonas consideradas de exterminio, por el número de muertos que había cada mes. Algunos jóvenes nos contaron cómo vivían en el no-lugar, sin escuela, excluidos, sin espacios de reunión ni actividades para relacionarse. En lugares públicos, la policía les acusaba de querer comprar droga o vigilar a alguien. Si se acercaban a la frontera, les disparaban desde el otro lado, creyendo que la cruzarían como ilegales.

-Ante tal violencia institucionalizada, ¿la cultura es la única herramienta para conseguir la pacificación?

-No es la única, pero sin ella ninguna de las otras funciona. Cuando tienes una ciudad postrada por el miedo y la violencia, necesitas una herramienta que te permita simbolizar y canalizar el miedo y comprenderlo más allá de lo racional para sentir que tienes la capacidad de renovarte a ti mismo y de renovar el espacio... y eso solo lo puede hacer la cultura. Ninguna estrategia policial o militar lo conseguirá por si misma.

-¿Ciudad Juárez se ha recuperado?

-Sí, se está revitalizando. Está recuperando su vida nocturna, y también el tráfico de vehículos. Nunca me sentí tan feliz de encontrar coches por las calles. En dos años y medio viví en una ciudad donde no había un alma en la calle, los negocios estaban cerrados o quemados. Cuando empiezas a ver que la gente vuelve a la calle y recupera sus relaciones y sus vínculos, esto es la cultura. Por supuesto, debe ir acompañada de una política de desarrollo social, no puede sustituirla. Y primero debe haber justicia, derecho a la educación, a la alimentación, a la vida...

-¿Cómo funciona Redes y Artes?

-Es un programa de educación en arte para la convivencia y la cultura de paz. Forma al sector artístico para que sepa usar los lenguajes artísticos para convertirlos en herramientas de identidad. Los educadores trabajan luego con comunidades de niños y familias en las zonas urbanas de alta marginalidad, con talleres de teatro, danza, música y coros.

-Dijo usted que los niños que crean, jamás destruyen, y que si tuvieran instrumentos en lugar de armas, sería posible este cambio social.

-Lo mantengo. Si usas el lenguaje artístico como parte de tu propio ser, si te construyes a ti mismo, tú eres la obra de arte, y no la vas a destruir. Incluso físicamente hablando, si tú sostienes una guitarra, no puedes empuñar un arma a la vez.