Los tunecinos dan la presidencia al veterano político laico Esebsi

El jefe del Estado deberá afrontar los retos del terrorismo y la precaria economía

Beyi Caid Esebsi, durante un mitin de la campaña electoral en Túnez.

Beyi Caid Esebsi, durante un mitin de la campaña electoral en Túnez.

BEATRIZ MESA / RABAT

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Ya es oficial. Beyi Caid Esebsi, a sus 89 años, se ha convertido en el primer presidente elegido democráticamente desde la independencia de Túnez, en 1956. El nuevo jefe del Estado ha logrado en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales el 55,68 % de los votos, imponiéndose sobre su adversario, Moncef Marzuki, que logró el 44,32 %. De esta forma, este país de 10 millones de habitantes clausura un proceso de transición política después de que una inédita revolución popular, que recibió el nombre de «primavera árabe », y que puso fin, en enero del 2011, al régimen autoritario de Ben Alí.

Durante las últimos cuatro años, la polarización ideológica entre liberales e islamistas ha marcado la política de Túnez y la celebración de estos comicios, lejos de subsanar esa brecha, no han hecho más que incrementar las diferencias. El laicismo vencedor, encarnado en Esebsi —figura clásica de la política tunecina con una larga experiencia durante los regímenes de Habib Burguiba y Ben Alí— frente al conservadurismo derrotado de Moncef Marzuki, ejemplifican lo que sucede en las calles.

"Diferencias ideológicas"

«Uno de los desafíos de Esebsi será precisamente acercar esas diferencias ideológicas y su obligación es gobernar para todos, los liberales y los islamistas», explicó a EL PERIÓDICO Anis Morai, cronista político. Hay otros retos de envergadura; ahuyentar los fantasmas del terrorismo que han provocado el desplome del turismo, una de las principales fuentes de ingresos, además de iniciar una reforma económica estructural que «genere esperanzas entre los jóvenes desempleados », sostiene el economista Radhi Maddabe. Asimismo, el nuevo presidente debe resolver la caída del poder adquisitivo de la clase media, así como atajar la subida de los precios, «que ha disparado el contrabando y el comercio paralelo», añade.

La II República de Túnez que se inició con la promulgación de la nueva Carta Magna el 27 de enero de 2013, empieza a caminar intentando forjar nuevos consensos entre las dos principales fuerzas políticas en el Parlamento: los liberales de Nida Tunis, de Beyi Caid Essebsi y los islamistas de Nahda, liderados por Rachid Ganuchi, quien declinó participar en las presidenciales.