Los sindicatos y la oposición protestan en la calle contra la política económica de Macri

Los dirigentes de los trabadores amenazan con una huelga general si el presidente argentino veta una ley que busca frenar los despidos

El presidente argentino Mauricio Macri.

El presidente argentino Mauricio Macri. / periodico

ABEL GILBERT / BUENOS AIRES

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Mauricio Macri se subió a un avión y durante la fría mañana del viernes recorrió 1.200 kilómetros en dirección norte. Fue a la provincia de Tucumán a poner en marcha su plan hídrico. "Sabemos que hay que bajar la inflación y generar más inversiones. Para eso estamos trabajando todos los días”, dijo el presidente argentino. A muy pocas cuadras de la sede del Poder Ejecutivo, en la ciudad de Buenos Aires, una multitud repudió su política económica.

Las cinco centrales sindicales ganaron las calles para advertir a Macri que “el coste de esa política se traslada sobre las espaldas del trabajador” y otra vez se aplican “históricas recetas de tristes consecuencias” que dejan la suerte de los argentinos "libre al mercado". “La excusa de la herencia recibida no nos sirve", señala undocumento conjunto.

Unas 350.000 personas acudieron a la llamada de los sindicatos, según los organizadores de la movilización. "En cuatro meses, un millón y medio de compañeros entraron en la pobreza", ha asegurado el dirigente del sindicato metalúrgico, Antonio Caló. “No queremos ver a la gente otra vez revisando la basura”, dijo el docente Hugo Yasky. "Nos meten la mano en el bolsillo todos los días. Las medidas de este Gobierno son a favor de los grupos concentrados de poder”, ha considerado el dirigente de los funcionarios públicos, Pablo Michelli. 

"UNA HERENCIA PESADÍSIMA"

El Gobierno trató de restarle importancia a lo ocurrido. “Ojalá que sea una marcha en homenaje por el Día del Trabajador. Otra cosa sería un poco difícil de justificar, a poco más de cuatro meses de la gestión que, como todos saben, arranca con una herencia pesadísima", dijo el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

Macri fue menos irónico: “Todo el mundo tiene el derecho a expresarse”.Pero el conflicto está en puertas. Los sindicalistas advirtieron de que convocaran la primera huelga general si el presidente veta la ley de Emergencia Ocupacional que busca frenar los despidos por seis meses. El proyecto ya tiene la aprobación del Senado y será debatido la semana que viene por los diputados.

Macri expresó su claro rechazo a la que se concoce como “ley anti-despidos”. Iniciativas de esa naturaleza, dijo, “no funcionaron” en el pasado. “Ya recorrimos ese camino hace 12 años. ¿Por qué qué engañar a la gente?", dijo. El presidente consideró que sus planes de promoción del turismo y la construcción de viviendas, así como las facilidades otorgadas a las empresas para contratar jóvenes, son las políticas indicadas para mejorar el empleo.

“Sabemos que vamos a conseguir trabajo, pero desde la creatividad y la innovación”, dijo. "A ver si tiene coraje de vetar la ley. Nos encontrará en la calle y pasará a la historia como el que avala miles de despidos”, dijo el camionero Pablo Moyano.

MALESTAR SOCIAL

Su padre, Hugo Moyano, cuyo sindicato de camioneros es capaz de paralizar a la capital, tiene una larga historia de confrontaciones. En los años noventa se enfrentó con el Gobierno neoliberal de Carlos Menem. Fue aliado de los Kirchner y luego se distanció de Cristina Fernández, quien soportó seis huelgas. Durante las elecciones pasadas le hizo un guiño a Macri: cualquier cosa mejor que la perpetuación del kirchnerismo.

Pero Moyano, que también es presidente del Independiente, uno de los principales equipos de fútbol de este país, tiene un radar propio para detectar los malestares sociales. Los 'tarifazos', la inflación, la devaluación de la moneda y los despidos se convirtieron en los detonantes de un malhumor que ya tiene su impacto en la imagen del presidente.

POPULARIDAD A LA BAJA

La popularidad del presidente argentino es ahora del 50%. En cuatro meses ha perdido 15 puntos. El último retroceso está también relacionado con la aparición de su nombre en los 'Papeles de Panamá'. El fiscal federal Federico Delgado decidió impulsar la acción penal contra el presidente para determinar si hubo una “omisión maliciosa” en su declaración jurada de las empresas offshore a nombre de él y su familia.

Atento a esta realidad cambiante y vertiginosa, Moyano lanzó su advertencia: “Queremos que nos respeten.Si no lo entienden equivocan el camino. El presidente debería asesorarse mejor por personas que tienen mayor sensibilidad con la gente. No somos enemigos del Gobierno pero sí de las políticas que aplican en perjuicio de los trabajadores”.