El conflicto sirio

Los rusos rearman a Asad

Guerrilleros opositores patrullan en Al Qusayr, cerca de Homs.

Guerrilleros opositores patrullan en Al Qusayr, cerca de Homs.

MARC MARGINEDAS
BARCELONA

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Rusia continúa suministrando armas al régimen sirio de Bashar el Asad, pese al enconamiento de la represión contra la oposición política y a las recientes masacres de civiles atribuidas a milicias próximas al Gobierno. El Profesor Katsman, un mercante ruso de 126 metros de eslora y 16 de manga que navega bajo pabellón de conveniencia, atracó el pasado fin de semana en el puerto sirio de Tartus, sede de la única base militar rusa en el mar Mediterráneo donde, según fuentes próximas a los rebeldes sirios, descargó 5.000 toneladas de armamento de alta tecnología destinado al Ejército. Durante todo el ejercicio del 2011 -año en que la represión se cobró en Siria miles de vidas- la Federación Rusa vendió a su aliado árabe armamento pesado (misiles y aviones de combate) por valor de 1.000 millones de dólares (unos 807 millones de euros), cifra que no incluye los suministros de armas ligeras. Debido al veto ruso y chino, no pesa sobre Siria un embargo de armas, aunque el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha instado por carta a todos los países concernidos a abstenerse de armar a alguno de los bandos en conflicto para «permitir un cese de la violencia sostenible».

El comportamiento del buque despertó sospechas el pasado 25 de mayo, después de que la tripulación desactivara su Sistema Automático de Identificación Marina AIS justamente cuando se hallaba a 20 millas naúticas del puerto de Tartus. Según localizatodo.com, un servicio no oficial coordinado con Google Maps para determinar en tiempo real la posición de buques y aviones, el Profesor Katsman incluía en su hoja de ruta hacer escala en Tartus el 26 de mayo, tras haber recalado el 30 de abril en el puerto ruso de Kaliningrado y el 4 de mayo, en San Petersburgo.

Un representante que no quiso identificarse de INOK NV, supuesta compañía gestora del buque, aseguró por teléfono a EL PERIÓDICO desde San Petersburgo que el mercante no figuraba en sus listas «desde hace años». «¡No sé que pasa con ese barco que todo el mundo pregunta por él!», exclamó dicho representante. En estos momentos, el navío está fondeado ante El Pireo. La carga, según sostienen los rebeldes, contiene material susceptible de ser empleado contra una hipotética intervención militar de la OTAN. EEUU, por boca de su embajadora en la ONU, Susan Rice, aseguró ayer que el envío era «reprensible».

No es el primer carguero ruso supuestamente transportando armas del que se tiene constancia. En enero, otro navío ruso hizo una inesperada escala en Limassol (Chipre) por el mal tiempo. Fuentes bien informadas dijeron a la BBC que funcionarios del puerto que subieron a bordo hallaron «cargamento peligroso» que, según informó después International Business News, podría incluir «fusiles de francotirador». El navío recaló también en Tartus.

JUSTIFICACIÓN RUSA / Rusia no esconde que suministra armas a su aliado árabe. Moscú esgrime como justificación que es armamento destinado a la seguridad exterior. «Estamos vendiendo armas a Siria para su defensa nacional», detalló el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov en marzo ante la Duma (Cámara baja del Parlamento). «No estamos suministrando a Siria armas que podrían ser empleadas contra contra ciudadanos pacíficos», remachó.

En febrero, EL PERIÓDICO comprobó cómo fueron tiroteados campesinos que recolectaban patatas cerca de una base militar en Taftanaz, en el norte, con una ametralladora ligera de fabricación rusa de 7,62 milímetros llamada Pulemyot Kalashnikova (PK). Dos chicas adolescentes murieron. Rebatiendo la versión de Moscú, el Instituto de Estudios sobre la Paz de Estocolmo (SIPRI) cree que las ventas de aviones de combate MiG y Yak-130 mejora la capacidad del régimen sirio de atacar las posiciones rebeldes.