ELECCIONES LEGISLATIVAS EN ESTADOS UNIDOS

La campaña del miedo

Los republicanos apelan al clima creciente de inseguridad creado por el ébola o el EI

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Como demostraron los neoconservadores después de los atentados del 11-S o como han hecho algunos salvadores de la patria en el mundo árabe tras la tormentosa primavera democrática, el miedo es una excelente estrategia electoral. Y una década después de la reelección de Bush, los republicanos han vuelto a sacar aquel libreto que tan buenos resultados les dio entonces. Ni Al Qaeda ni Bin Laden salen ya en los anuncios electorales. Ahora son los inmigrantes ilegales, el ébola, el terrorismo del Estado Islámico (EI) y Rusia los que envuelven a EEUU en una perturbadora tiniebla.

En la última campaña electoral la economía acaparó la conversación y las dudas de los electores, pero los dos últimos años han estado marcados por una sucesión de crisis en el extranjero, que han ido poco a poco alterando el ánimo aislacionista de los estadounidenses y su desinterés por el mundo tras una década de guerras en Irak Afganistán. Las encuestas señalan que la seguridad y el terrorismo ocupan cada día un lugar más prominente entre las preocupaciones de la ciudadanía y eso ha abierto una interesante posibilidad para los conservadores. Por un lado, les permite explotar el mito de que los demócratas son débiles en seguridad nacional. Y por otro, vender su tesis de que la falta de liderazgo de Obama y su alergia a la confrontación han hecho del mundo un lugar mucho más peligroso.

ALARMISMO EN LOS MEDIOS

Muchos anuncios en televisión y en la radio están propulsando el alarmismo. «Las fuerzas del mal de el mundo quieren dañar a los americanos cada día», dice un espot de la diputada por Arizona, Anne Kirkpatrick, pagado por el Comité Nacional Republicano. «¿Por dónde entran en nuestro país? Por el patio trasero de Arizona», añade en referencia a la frontera mexicana. En la campaña de New Hampshire, el estado donde vivía el periodista decapitado James Foley, otro anunció muestra en la pantalla a un yihadista que levanta la bandera del EI. El candidato, Scott Brown, se refiere a la amenaza de los «terroristas islámicos radicales» y aclara: «El presidente Obama y el senador Shaheen están confundidos sobre esa amenaza, yo no».

Algunos han llegado a afirmar que «al menos 10 combatientes del EI han sido detenidos cuando trataban de cruzar la frontera», a pesar de que el Departamento de Seguridad Interna lo ha negado tajantemente. Estos mensajes buscan respaldo para tratar de sellar las fronteras, idea en la que vuelven a insistir machaconamente los respublicanos a raíz del aumento espectacular de los menores centroamericanos llegados al país.

GESTIÓN SANITARIA

Los fallos en la gestión del ébola por parte de las autoridades han hecho también que se generalice entre los conservadores la demanda de cerrar los aeropuertos a los vuelos procedentes de los países más afectados en África Occidental. Y les ha servido también para acusar a la Administración de incompetencia. Una idea que comparte la ciudadanía: casi dos tercios consideran que la Administración podría hacer más, según una encuesta del 'Washington Post'.

Aunque el tenebrismo republicano apela a las tendencias crecientes de las encuestas, está claramente sobredimensionado. «El ébola ha matado a una persona en EEUU, que es más de lo que se puede decir del Estado Islámico», escribía el columnista Steven Chapman. «Pero los americanos horrorizado por las historias horribles y las imágenes ominosas estás respondiendo como si un cataclismo se abalanzara sobre nosotros».