REFUERZO DE LAS MEDIDAS DE CONTROL ANTE LA AMENAZA YIHADISTA

Los 28 presionan a la Eurocámara para que acepte antes de final de año un gigantesco y detallado registro de pasajeros

Security At U.S. Airports Heightened Ahead Of Thanksgiving Holiday

Security At U.S. Airports Heightened Ahead Of Thanksgiving Holiday / jr/aek

SILVIA MARTÍNEZ / BRUSELAS

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La Unión Europea ya tiene acuerdos firmados con Estados Unidos, Canadá o Australia que permiten a las aerolíneas transferir a las autoridades de estos tres países datos de los ciudadanos europeos que viajan a sus respectivos territorios. Hasta ahora, sin embargo, los 28 han sido incapaces de resolver las disputas internas para sacar adelante un registro europeo de pasajeros (PNR, en sus siglas en inglés) que, tras la masacre de París, vuelve a ser la prioridad número uno de la agenda política europea. Gobiernos y responsables de la lucha contra el terrorismo califican la herramienta de indispensable para rastrear a potenciales terroristas y prevenir nuevos atentados en suelo europeo. Activistas, expertos y varios grupos en la Eurocámara siguen considerando la medida de intrusiva, innecesaria e ineficaz.

El objetivo es que Consejo, Eurocámara y Comisión Europea cierren un acuerdo antes de que termine el 2015 y de ahí que las negociaciones se hayan acelerado estos últimos días. Desde que la comisión de libertades del Parlamento Europeo diera luz verde a su propuesta, a mediados de julio pasado, los legisladores europeos han celebrado ya cuatro trílogos -reunión entre Comisión, Consejo y Eurcámara- y tres reuniones técnicas para intentar desencallar la negociación, relanzada a raíz de los atentados que golpearon la revista Charlie Hebdo en enero pasado. La masacre de París del 13 de noviembre, en la que murieron 130 personas, ha dado nuevos motivos a los 28, que han optado por elevar el grado de ambición y exigencia.

"IMPORTANTE DIFERENCIAS"

El resultado, admite el coordinador europeo contra el terrorismo, Gilles De Kerchove, en un informe remitido a los Estados miembros la semana pasada es que persisten “importantes diferencias” entre Consejo y Eurocámara. “La habilidad del ponente para cerrar un acuerdo con la presidencia se ve obstaculizada por el hecho de que su informe no ha logrado el apoyo del resto sino un apoyo mayoritario heterogéneo entre los partidos”, advierte sobre las reticencias que el informe sigue generando entre los ponentes nombrados por el PSE, Liberales, Verdes e Izquierda Europea.

Los gobiernos exigen ahora la retención de datos no solo de los vuelos internacionales sino también de los vuelos internos europeos y el almacenaje de la información sin enmascarar durante un año. “Si no se incluyen habrá lagunas en el sistema”, avisa el ponente del informe, el conservador británico Timothy Kirkhope que considera posible vencer las resistencias en las próximas semanas. “El Parlamento ha votado una posición que es claramente diferente de la del Consejo y más que intentar resolver las diferencias presionan sobre el proceso emitiendo comunicados y conclusiones”, se quejaba recientemente la liberal holandesa Sophie in't Veld sobre la estrategia de los Estados miembros. “¿Cuál es la ventaja de dotarse de una directiva europea si los datos se almacenan en silos nacionales y no se comparten?”, señala a la luz de lo ocurrido en París.

DIFÍCIL EQUILIBRIO

Su pregunta no es retórica y muchos expertos se interrogan desde hace años cómo lograr un equilibrio entre la mayor vigilancia que supone crear un registro europeo de pasajeros para controlar todos los movimientos por aire que se producen en la UE y las libertades y derechos que emanan del espacio de libre circulación de Schengen. “Pondría bajo vigilancia los movimientos de todos y cada uno de los ciudadanos y residentes de la UE, dentro de las fronteras europeas y cuando abandonen el territorio Schengen. Además no existe ninguna evidencia de la necesidad de un sistema de PNR europeo, su valor añadido y su efectividad”, advierten varios expertos del think tank CEPS en un reciente análisis sobre las medidas adoptadas contra el terrorismo tras París.

“El riesgo para nuestras sociedades democráticas sería presentar las nuevas medidas de vigilancia de masas, como el PNR como la solución milagro. Estas medidas son ineficaces y un gasto inútil de recursos que se necesitan en otras cuestiones”, se queja la ecologista Eva Joly. “La privacidad de datos es una prioridad importante pero proteger la vida de inocentes en Europa tiene prioridad”, recuerda la popular alemana Monika Hohlmeier.

La falta de avances ha hecho que varios países legislen por su cuenta para permitir a sus autoridades acceder a los datos de las aerolíneas.