EL RETO YIHADISTA

Los 'placeres' de Raqa

Un británico emigrado al Estado Islámico escribe una guía delirante sobre sus «bondades»: buena comida y educación acorde con la 'sharia'

JAVIER TRIANA / ESTAMBUL

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El Estado Islámico no es un lugar oscuro y siniestro, sino un «lujoso hotel de vacaciones». O al menos así lo vende Abu Rumaysah al Britani, un británico emigrado al califato, en su 'Breve guía del Estado Islámico' (EI). «En un momento en el que el mundo se ha unido --literalmente-- contra el EI, sentí que era necesaria una narrativa diferente de la vida bajo el Califato, una que estuviera libre de las muchas distorsiones publicadas por los medios generalistas», escribe el autor de este libro digital, publicado el mes pasado. Luego detalla que la guía no versa sobre la preparación de atentados terroristas ni sobre cómo llegar al destino soñado, sino que se centra en sus vivencias en este año de gobierno yihadista.

En una obra 'amateur', de estilo adolescente y dirigida principalmente a la juventud angloparlante, Al Britani desgrana las «bondades» de la rutina que se vive en territorio yihadista. Como las delicatessen 'estadoislámicas', por si alguien pensaba que iba «a estar a pan y agua», que no son sino los platos típicos de la gastronomía de la zona: kebab, falafel, shawarma... Incluso Kit-kat y Kinder Sorpresa. «Sí, sí, los tenemos todos», asegura Al Britani.

CLIMA EXQUISITO

«El Califato ofrece un exquisito clima mediterráneo», destaca el autor, por si algún potencial recluta fuera a echarse atrás ante la perspectiva de un desierto. El calor puede apretar en los meses de verano, admite Al Britani, y el frío, ser inclemente en invierno. «Pero no te apures por esto, porque el Califato amortiguará el coste de la calefacción», indica.

Entre las 46 páginas de este incalificable documento, el autor describe una sociedad cosmopolita, pero no multicultural, un factor que él mismo considera «peligroso y poco práctico». «No hay mejor lugar para criar a tus hijos», argumenta Al Britani. Aunque quizá solamente a los varones, porque no hay una sola referencia a las mujeres en el texto.

«Otro gran punto de la educación en el Estado Islámico es el currículo: no hay clases que promuevan la homosexualidad, la evolución, la música, el teatro, la relación entre distintas fes ni nada de esa basura que se enseña en escuelas no islámicas», ilustra Al Britani.

La guía concluye con un párrafo delirante que cierra así: «Cuando tomemos las calles de LondresParís Washington, el gusto será mucho más amargo, porque no solo derramaremos vuestra sangre, sino que también demoleremos vuestras estatuas, borraremos vuestra historia y --lo más doloroso de todo-- convertiremos a vuestros hijos, que se adherirán a nuestra causa y maldecirán a sus antiguos padres».