La transición en Egipto

Los islamistas claman contra los militares en Tahrir

LAURA MILLÁN
EL CAIRO

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En un ambiente más reivindicativo que de celebración, varios miles de personas tomaron ayer la plaza Tahrir de El Cairo para manifestar su apoyo a la hipotética victoria del candidato de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Mursi, en las elecciones presidenciales del pasado fin de semana.Los grupos revolucionarios y la propia hermandad convocaron una protesta en contra de la declaración constitucional de la Junta Militar que acabó convirtiéndose en una advertencia contra quienes niegan la victoria de Mursi.

Familias enteras quisieron mostrar su apoyo a un candidato al que se atribuye la victoria por un 52% de los votos. De hecho, la cofradía islamista asegura poseer papeles que demuestran que Mursi ganó en los comicios y se mostró dispuesta a ponerlos a disposición de cualquiera que quisiera comprobarlo. El diario estatalAl Ahramsigue manteniendo que la victoria es de Mursi.

Mientras, desde la campaña del último primer ministro de Mubarak, Ahmed Shafiq, se aseguró a Efe que «las cifras que anunciaron los Hermanos Musulmanes son inexactas y nulas» y que el candidato islamista «se ha reído de todo Egipto.

ESPERAR AL JUEVES / «Todo es incertidumbre y solo cabe esperar al jueves, cuando se anuncien los resultados oficiales», aseguró la analista del Centro de Estudios Políticos Al Ahram, Eman Ragab, que lamentó que el debate en las calles se haya reducido a una simple cuestión de quién tiene la victoria «cuando nadie se da cuenta de que el próximo presidente va a tener unos poderes muy limitados».

«El gran problema es que nadie confía en nadie. En una transición debe haber confianza entre los actores para que las cosas funcionen, pero este no es el caso en Egipto», aseguró Ragab antes de dudar que Egipto camine hacia la democracia.

También se expresó en términos similares el expresidente estadounidense Jimmy Carter. Su organización, el Centro Carter, es el único organismo que ha podido observar todas las fases de las parlamentarias y presidenciales, y alertó del peligro que los militares elijan la Asamblea Constituyente.