LA OPINIÓN DE LOS EXPERTOS

Los geólogos calculan que el terremoto de Japón ha liberado una energía equivalente a 200 millones de toneladas de TNT

El Colegio Oficial de Geólogos advierte de que un terremoto destructivo podría suceder en España en un futuro "no muy lejano"

EUROPA PRESS

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El terremoto de Japón, que ha tenido una magnitud de 8,9 grados en la escala de Richter, ha liberado una energía equivalente a 200 millones de toneladas de TNT (dinamita), según el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG), cuyo presidente, Luis Suárez, ha precisado que el seismo, que se ha producido a 10 kilómetros de profundidad y a unos 130 kilómetros de la costa de Japón, es ya "uno de los más destructivos de la historia". 

Además, Suárez ha señalado que ahora el "mayor peligro" es que el tsunami que ha ocasionado el terremoto pueda llegar hasta las costas de Chile, así como las réplicas de menor intensidad que pueden seguir registrándose en la zona. A su juicio, otro de los problemas son los incendios derivados del terremoto, aunque Suárez consideraque "aún es pronto para valorar los daños". 

El presidente del Colegio de Geólogos recuerda que Japón se encuentra en el conocido comoCírculo de Fuego, donde contactan la placa tectónica euroasiática y la placa del pacífico y ha dicho que esta es, precisamente, la zona "con mayor intensidad sísmica de la tierra", pero también el país con mayores medidas antisísmicas. 

El 20% de los terremotos de mayor intensidad

En ese sentido, ha comentado que un terremoto de estas características "en cualquier otro lugar sería muchísimo más destuctivo". Asimismo, ha recordado que en Japón se produce el 20% de los terremotos de una magnitud superior a seis grados en la escala de Richter que suceden en el planeta. El más destructivo hasta el presente fue el de 8,3 grados en la escala Richter que se produjo en 1923,  y que dejó más de 140.000 muertos.

Por otro lado, Suárez ha advertido de que aunque España no vive un momento "especialmente intenso en seísmos", un terremoto destructivo podría llegar "próximamente, en un futuro no muy lejano".  Así, ha señalado que, según las estadísticas, España registra un gran terremoto destructivo cada 70 años y que el último se produjo en 1884, siendo las zonas de mayor riesgo Andalucía y Murcia, dentro de que España se encuentra en una zona de actividad sísmica moderada. 

Suárez ha recordado que las placas tectónicas que se localizan bajo la tierra están en continuo movimiento y que cuando colisionan dos placas se origina una falla, que libera gran cantidad de energía, produciendo un terremoto. "Hoy todavía no disponemos de instrumentos para saber con precisión cuándo se va a originar un terremoto. Por eso se recurre a la estadística histórica", ha añadido.

El sur de España y el Pirineo, zonas de mayor riesgo

El presidente de los geólogos ha precisado que el último terremoto de gran intensidad en España se produjo el 25 de diciembre de 1884 en Arenas del Rey (Granada), con una magnitud de entre 6,5 y 6,7 grados en la escala Richter. En aquella ocasión murieron 900 personas, 2.000 resultaron heridas y se destruyeron más de un millar de casas y desde entonces, según Suárez, "casi todos los días se registran micro-terremotos en el sur peninsular pero ninguno relevante, ya que no suelen superar los 4 grados en la escala de Ritcher". 

El sur de la Península Ibérica se encuentra sobre un área de subducción entre la placa euroasiática y la placa africana, según Suárez, estando en medio la placa del Mar de Alborán, concentrando el mayor índice de terremotos. Concretamente, las zonas de mayor riesgo son las provincias de Málaga, Almería, Granada y Murcia, aunque también el Pirineo, entre Navarra y Huesca.

En cualquier caso, si llega a producirse un seismo de estas características, Suárez considera que los daños son "inevitables", aunque cree que España podría afrontarlo "con garantías", ya que en los últimos años se han aplicado con rigor medidas antisísmicas en pilares, vigas y tabiques mediante armaduras más resistentes y refuerzos en la cimentación, y se ha hecho "especial hincapié en aplicar normas sismorresistententes en las nuevas construcciones".