REPERCUSIÓN DE UNA NORMA PIONERA EN AUSTRIA

Los entes islámicos difieren ante el veto a la financiación foránea

Manifestación en Viena contra la nueva ley sobre la financiación de centros de culto islámicos, este martes.

Manifestación en Viena contra la nueva ley sobre la financiación de centros de culto islámicos, este martes.

ANTONIO BAQUERO / BARCELONA

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La ley del Gobierno austriaco que prohíbe que los centros islámicos reciban financiación del extranjero genera división de opiniones entre los colectivos musulmanes y árabes en Catalunya. Así, mientras que algunos ven bien esa norma e insisten en la idea de que solo con financiación salida de España se puede generar un islam español acorde con los valores democráticos, otras entidades perciben un nuevo ataque a los miembros de esta confesión y reclaman políticas activas de integración.

El texto legal fue presentado el miércoles por el Gobierno de Gran Coalición ante el Parlamento de Viena, donde fue aprobado por una amplia mayoría. La ley, que reforma una norma de la época del Imperio austrohúngaro, tiene como principal punto la prohibición de que las organizaciones culturales islámicas y los imanes sean financiados con fondos procedentes del extranjero. Además, se exige que los líderes religiosos musulmanes en Austria sean capaces de hablar en alemán. El objetivo es levantar poco a poco un islam austriaco alejado de corrientes extremistas como las que, precisamente mediante el dinero, patrocinan países como Arabia Saudí.

Para el presidente de la Unió de Comunitats Islàmiques de Catalunya (Ucidcat), Mohamed El Ghaidouni, «cuando un país extranjero financia una mezquita lo que busca es que ese oratorio se ajuste a su jurisprudencia religiosa». El Ghaidouni apuesta a que, al igual que se hace con la Iglesia católica, el contribuyente «puede colocar en su declaración de la renta una x en una casilla para destinar un tanto por ciento de sus impuestos a financiar la religión islámica en España». «Si queremos un islam español, acorde con los valores democráticos de este país, hemos de buscar una financiación desde España», comenta convencido.

En cambio, Mohamed Alami, presidente de la Asociación de Amigos del Pueblo Marroquí Itran, una entidad no religiosa y que trabaja para la integración del colectivo marroquí en Catalunya, sostiene que la norma austriaca solo va a provocar más marginación.

«Normas como estas solo van a servir para aumentar la sensación que tienen los musulmanes en Europa de estar perseguidos», comenta. Y recuerda que hasta el presidente de los EEUU, Barack Obama, «ha reñido a Europa por cómo margina a los musulmanes».

DIALOGAR EN VEZ DE PROHIBIR

En su opinión, los gobiernos europeos están «ciegos ante lo que está ocurriendo». «La comunidad musulmana se siente marginada en Europa, se siente despreciada. Ante sus problemas, solo recibe presión policial de los países en que vive y chantaje y extorsión por parte de los espías de sus países de origen a los que aquí se deja campar a sus anchas», afirma y apuesta por «dialogar y que se escuche de verdad como se sienten los miembros de este colectivo».