elecciones presidenciales HISTÓRICAS EN EGIPTO

Los egipcios votan sin aglomeraciones

La participación en la primera jornada electoral es inferior a la de las legislativas

Mujeres egipcias hacen cola para ejercer su derecho al voto en un colegio electoral de El Cairo, ayer.

Mujeres egipcias hacen cola para ejercer su derecho al voto en un colegio electoral de El Cairo, ayer.

LAURA MILLÁN
EL CAIRO

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Con el carnet de identidad en la mano y el candidato favorito en la mente, centenares de miles de egipcios acudieron ayer a las urnas para votar en las primeras elecciones presidenciales libres de su historia. Separados en colas distintas, hombres y mujeres esperaron ante los colegios electorales durante horas.

Aun así, la participación fue notablemente más baja que en las legislativas de enero y no hubo grandes aglomeraciones ante los colegios electorales. Los egipcios que no acudieron ayer a las urnas, todavía tienen la jornada de hoy para entregar su papeleta.

Si bien no se registraron incidentes a lo largo de la jornada, el jefe de la Comisión Electoral, Faruq Sultán, aseguró en rueda de prensa que todos los candidatos violaron la ley electoral al hacer declaraciones a pie de urna. Por su parte, el periódico egipcioAl Masry Al Youmdenunció en su edición en inglés que miembros de la campaña del nasserista Hamdin Sabbahi entregaron bocadillos y bebidas a los votantes en Mahala, en el Delta del Nilo. Además, siempre según el rotativo egipcio, en varios puntos del país, grupos de personas pidieron el voto para el candidato de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Mursi, a las puertas de los colegios electorales.

CALOR SOFOCANTE/ En El Cairo los ciudadanos votaron bajo un calor sofocante, preludio de un verano tórrido. En un colegio del barrio de Saida Zeinab, al sur de la plaza Tahrir, Ahmed Amin sorbía con ansia un zumo de fruta para combatir las altas temperaturas del mediodía. Mostrando con orgullo el dedo manchado en tinta indeleble, Amin contó que entregó su voto al candidato de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Mursi. «Mursi me da igual, lo importante es que tiene detrás suyo el programa del Nahda, que los Hermanos han elaborado durante años», explicó este seguidor de la Hermandad.

Junto a él, dos chicas jóvenes aseguraron preferir al islamista moderado, Abdel Moneim Abu al Futuh, y al liberal Amro Musa, respectivamente.

A falta de encuestas fiables que permitan predecir los resultados, la opinión pública egipcia parece dividida a la hora de determinar quién es el mejor líder para su transición.

TAXISTA CON CARRERA/ «Yo estuve en la plaza Tahrir durante la revolución y me hirieron varias veces. Creía que íbamos a cambiar las cosas», recordaba Ahmed Samir al volante de su flamante taxi blanco. Samir aseguró tener un título universitario -«solo en El Cairo los doctores conducen taxis», comentó con sorna- y haber confiado su voto a los islamistas en las parlamentarias de enero. Ahora Samir ha decidido apostar por el exprimer ministro de Mubarak, Ahmed Shafiq.

«No es que me de igual la revolución, ha sido lo más importante que he hecho nunca, pero lo hemos probado todo y nada funciona. Ahora necesitamos a un hombre experimentado y decidido», aseguró.