Los seis errores de la policía belga

El presunto terrorista del sombrero, supuestamente detenido.

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Los atentados de Bruselas han puesto sobre la mesa graves errores y deficiencias de las fuerzas de seguridad de Bélgica

1 / NO HACER CASO AL AVISO DE TURQUÍA

Las autoridades turcas detuvieron en junio del 2015 a Brahim al Bakraoui, uno de los dos hermanos que se suicidó en los atentados de Bruselas, en la frontera con Siria. Posteriormente lo deportaron a Holanda. La policía belga no prestó atención al regreso de ese individuo, ni le investigó, ni le preguntó por su viaje a Siria, ni vigiló sus movimientos. Brahim Abdeslam, uno de los terroristas de los atentados de París, tampoco fue monitorizado pese a que se sabía que había estado en Siria.

2 / DEFICIENTE INTERROGATORIO A ABDESLAM

Salah Abdeslam, el único terrorista de los atentados de París que sobrevivió, fue detenido apenas cinco días antes de los ataques en Bruselas. Pese a que en el apartamento en que vivía se localizaron explosivos y detonadores, los policías belgas, cuando los policías belgas le interrogaron solo le preguntaron por París y en ningún momento le cuestionaron sobre posibles nuevos ataques.

3 / DEMASIADOS Y DESCOORDINADOS CUERPOS POLICIALES

En Bruselas funcionan 19 cuerpos policiales, una para cada comuna, además de otros seis cuerpos policiales. El resultado es un miríada de cuerpos mal coordinados y que apenas comparten inteligencia entre sí. Prueba de ello es que un mando policial transmitió una información que podía haber sido clave sobre Abdesalam con semanas de retraso.  Además de eso, la policía sufre de una financiación insuficiente. La del barrio de Molenbeek es la que menos recursos tiene. 

4 / ESCASOS RECURSOS HUMANOS

Pese a que Bélgica es uno de los países de donde más yihadistas han salido para unirse al Estado Islámico, el país dedica pocos policías a monitorizar a esos individuos. Hay 600 policías para vigilar a al menos 900 personas.

5 / DAR POR DETENIDO AL HOMBRE DEL SOMBRERO

La gestión posterior del ataque tampoco fue buena. Para empezar, se afirmó que los hermanos Bakraoui, aunque tenían antecedentes, no eran por terrorismo. Un extremo que luego hubo que matizar. También se dijo al principio que los ataques de Bruselas y los de París no estaban conectados. Más tarde se detuvo a un individuo identificado como Fayçal C., de quien se dio a entender que era el hombre del sombrero. Dos días depués se le liberó por falta de pruebas.

6 / CONTAR MAL LAS VÍCTIMAS

Este miércoles, las autoridades belgas han tenido que rectificar la cifra de víctimas, que de 35 ha pasado a 32. La razón es que varios de los muertos fueron contados dos veces.