LA YIHAD EN EUROPA

Los atentados de París han causado pérdidas por 2.000 millones de euros

Numerosas personas se concentran frente a la sala Bataclan en un homenaje a las víctimas de los atentados, en París.

Numerosas personas se concentran frente a la sala Bataclan en un homenaje a las víctimas de los atentados, en París. / periodico

EVA CANTÓN / PARÍS

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Como ocurrió antes en Nueva York, Londres o Madrid, los atentados de París no solo provocaron muertos y heridos sino que asestaron un duro golpe a los gestos cotidianos de una ciudad que tiene el récord de ser la más visitada del mundo. Los días posteriores a la masacre ni turistas ni parisinos tenían el ánimo como para ir de compras, salir a cenar, sentarse en una terraza a tomar una copa, ver una exposición, entrar en un cine o asistir a un concierto. También se respiraba miedo.

El impacto de la tragedia ha dejado secuelas en la renqueante economía francesa y, aunque el Gobierno cree prematuro evaluar los daños, los primeros datos traducen en cifras la convulsión que provoca la amenaza terrorista. La Dirección General del Tesoro ha estimado en unos 2.000 millones de euros, un 0,1% del PIB, las repercusiones económicas de los ataques si se tiene en cuenta la caída del turismo, el descenso del consumo, la moral de los hogares o las trabas a la actividad de empresas y redes de transporte debido a las nuevas medidas de seguridad.

El dato podría revisarse a la baja si no hay más sobresaltos y la ciudad encuentra el camino de vuelta a la vida normal. Esa es la esperanza del Ejecutivo apoyándose en el antecedente de enero, tras los ataques contra ‘Charlie Hebdo’ y el supermercado judío, cuyos daños fueron compensados con creces por un buen verano.

Sin embargo, en el primer balance realizado 10 días después de los atentados, la Oficina de Turismo y Congresos de París admitía que el impacto ha sido ahora mucho más fuerte que entonces. Las reservas de vuelos cayeron un 27% y los hoteles parisinos perdieron una media de 24 puntos de tasa de ocupación en la semana siguiente a la masacre. Pese a la cercanía de la cumbre del clima que traerá a París 147 delegaciones extranjeras, el jueves todavía era posible encontrar habitación en el centro de la capital y varias cadenas hoteleras ofrecían descuentos de entre el  30% y el 60%.

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Los famosos ‘bateaux mouche’ que pasean por el Sena salían con la mitad del pasaje habitual. Estadounidenses y asiáticos encabezaron el ránking de los desertores, mientras el sector confía en que las fiestas navideñas -y las ofertas- traigan de vuelta a los turistas, especialmente los europeos. También el comercio ha acusado el efecto del 13-N. En dos grandes almacenes emblemáticos del bulevard Haussmann, las Galerías Lafayette y Printemps, entraron un 30% y un 50% menos de clientes, respectivamente.

CAPITAL CULTURAL

Los ecos de la masacre en la mítica sala Bataclan, donde fallecieron la mayoría de las 130 víctimas de los yihadistas, han resonado con fuerza en la vida cultural de la capital. La venta de entradas a conciertos de música se desplomó un 80% respecto a las cifras habituales en esta época del año, según Prodiss, el sindicato nacional de productores. Superada una semana negra en la que muchos locales se vieron obligados a cancelar su programación y echar el cierre, gracias a un público que no se deja intimidar el sector sale poco a poco del coma.

El 23 de noviembre, la caída de la taquilla era ya del 50% e incluso algunos conciertos, como el de Simply Red en el Zénith, estuvieron llenos hasta la bandera. Lo mismo ocurrió en la reapertura de la Filarmónica. Datos alentadores que no eliminan la inquietud del mundo de la cultura, que reclama al Gobierno una ayuda de 50 millones de euros para compensar pérdidas y reforzar la seguridad. La hora de hacer números le llegó también a los museos. El Louvre y el Pompidou van reanimándose, pero estuvieron casi desiertos el pasado fin de semana.