La situación política en Italia

Letta desoye el clamor para que convoque elecciones anticipadas

Letta hace el signo de la victoria tras su discurso junto al ministro del Interior, Angelino Alfano, el 2 de octubre.

Letta hace el signo de la victoria tras su discurso junto al ministro del Interior, Angelino Alfano, el 2 de octubre.

EL PERIÓDICO
ROMA

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«Basta de litigios entre primeras damas». Enrico Letta, jefe del Gobierno italiano de coalición entre progresistas y una parte de los conservadores, salió así al paso del acoso que sufre desde casi todos los partidos para que se celebren nuevas elecciones y se normalice la situación política para que gobierne finalmente o la derecha o la izquierda.

El acoso se expresó plásticamente el pasado 31 de diciembre con tres discursos de fin de año y no solo con el del jefe del Estado como es habitual. Giorgio Napolitano, presidente de la República que en el 2013 se prestó a repetir en el cargo sin desearlo, pidió a la clase política que haga finalmente las reformas necesarias para sacar al país de la ingobernabilidad y se imponga sacrificios a sí misma, subrayando que permanecerá como presidente «por un período que no será largo». Antes de manifestar su preocupación «por la violencia verbal y las tendencias destructoras» del debate político, leyó unas frases de las numerosas cartas que recibe de los ciudadanos, a los que citó por su nombre, sobre los desperfectos causados por la crisis.

Silvio Berlusconi, momentáneamente marginado por los reveses judiciales, también echó su discurso de Nochevieja. El expremier dijo: «Si la popularidad se mesurase por la cantidad de regalos navideños, entonces la mía está aumentando». Tras ver dividido su Pueblo de la Libertad (PDL) en dos formaciones nuevas, espera ahora las urnas para verificar su apoyo popular, principalmente tras la llegada a escena de líderes políticos de al menos 30 años menos que él. Hizo un guiño al nuevo secretario del Partido Democrático (PD), Matteo Renzi, de 38 años, afirmando que compartía su programa, circunstancia que el alcalde de Florencia y probable próximo candidato a jefe de Gobierno ignoró.

El discurso de Beppe Grillo, líder de los indignados del M5S, fue el más devastador, aunque también el más ignorado por los medios. Pidió nuevas elecciones, aduciendo que, tras la sentencia del Constitucional por la que todas las leyes de la financiación pública de los partidos son ilegítimas a causa del referendo popular de 1993 que la suprimió, «este Parlamento es ilegítimo». Anunció también que este mes su partido presentará una moción de censura contra el jefe del Estado, reo de ser también «ilegítimo» tras repetir en el cargo y comportarse como si Italia fuese una República presidencial.

Por su parte, unas elecciones anticipadas confirmarían a Angelino Alfano, exdelfín de Berlusconi, del que se divorció en diciembre, cuál es su apoyo electoral efectivo y si su Nuevo Centro Derecha (NCD) podría ser una válida alternativa a la derecha italiana que durante casi 20 años ha estado liderada por Berlusconi.

ESTABILIDAD / Sin embargo, Bruselas y las instancias internacionales, como el FMI, secundadas por el presidente de la República, presionan para mantener todavía la situación actual. La misma garantiza, según ellos, una cierta estabilidad al país, lo que puede permitir la realización de un mínimo de reformas, principalmente el cambio de la ley electoral, que este diciembre fue declarada parcialmente inconstitucional. Por otra parte, unos comicios anticipados a esta primavera mal casarían con la presidencia italiana de turno de la UE, que empezará en julio.

Entre la espada de unas elecciones anticipadas y la pared de quemarse antes aún de poder estrenarse en el escenario nacional, se halla Matteo Renzi, secretario del PD, elegido en diciembre con el 68% de los casi tres millones que participaron en las primarias. Con Letta, también progresista, habría firmado «un pacto hasta el 2015», a condición de que «no pierda el tiempo» y «haga lo que no se ha hecho en los últimos 20 años». «De lo contrario, continuar carece de sentido», ha subrayado.

El último sondeo electoral, publicado el pasado viernes por Demos, indicaba que según el 48,5% de los italianos «la democracia puede funcionar sin partidos políticos».