El régimen sirio conquista tres barrios clave en Alepo y parte en dos las fuerzas rebeldes

JAVIER TRIANA / ESTAMBUL

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El Ejército sirio y los aliados del presidente Bachar Asad lograron hoy dividir en dos la zona oriental de la ciudad de Alepo, complicando así la defensa de la parte asediada de la ciudad y en manos de una oposición que aglutina desde demócratas moderados hasta yihadistas.

“Después de más de 200 bombardeos aéreos en la zona, de más de 2.000 proyectiles lanzados en una semana, el régimen y sus aliados rusos e iraníes fueron capaces de tomar ese área”, aseguró a EL PERIÓDICO por vía telefónica Ammar Selmo, responsable en Alepo de la Defensa Civil Siria (los llamados 'Cascos Blancos').

Selmo agregó que los ataques han dejado bajo los escombros a al menos 20 personas, pero que los equipos de rescate no pueden llegar a esa zona de la ciudad después de los nuevos avances de los soldados del régimen. “Unos 800 civiles fueron evacuados, (ante la llegada de las tropas de Asad, pero) decenas de familias prefirieron quedarse en sus casas”, apuntó el jefe de los rescatadores.

Por su parte, el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (gestionado por un opositor residente en Reino Unido con una red de colaboradores en el terreno) detalló que Asad y sus socios habían tomado el control de los barrios de SakhourHaidaria y Cheikh Khodr. Según esta fuente, los rebeldes han perdido un tercio de la extensión que dominaban en los últimos días y, en las últimas dos semanas, más de 200 civiles han muerto por los combates.

La agencia estatal siria de noticias, Sana, también informó del avance y de la consecuente partición de la zona sitiada de la ciudad. Según Sana, los militares sirios “lograron un nuevo avance en sus operaciones contra las organizaciones terroristas infieles y restauraron la seguridad y la estabilidad en los vecindarios de Haidaria y Sakhour”.

Una fuente militar anónima citada por Sana aseguró que “las operaciones mataron a muchos terroristas y destruyeron sus armas” y que unidades de zapadores “desactivaron minas y explosivos colocados en plazas y calles” de los citados barrios.

Varias fuentes señalaron que miles de personas han huido de la zona cercada durante el pasado fin de semana hacia la zona controlada por Asad.

La división del Alepo opositor –que tiene en el sur su mayor extensión tras ser seccionada– expone a los rebeldes a nuevos frentes de guerra y a una duplicidad de tareas casi inasumible en las actuales circunstancias.

“El régimen puede hacer que la gente se muera de hambre, pueden prenderles fuego. No hay nadie de la comunidad internacional aquí y este es el resultado más simple. Asad, Rusia e Irán pueden hacer lo que quieran”, lamentó Selmo. “El hecho de que no haya nadie aquí fortalece a Bachar Asad –denunció el líder de los 'Cascos Blancos' en Alepo–. Mucha gente (opositores) se ha derrumbado, porque no hay opciones (de victoria). La gente no se esperaba que el mundo dejara que Asad destrozara la cuidad, que matara a sus familias, que destruyera hospitales... y a nadie le importa”.

El jueves de la semana pasada, un comandante rebelde adelantó a la agencia de noticias Reuters la estrategia de Asad que se ha consumado hoy: dividir para vencer en Alepo. “Si esto sucede, será una catástrofe”, indicó entonces Abu Abdelrahman Nour, comandante en Alepo de Jabha Shamiya, una amalgama de grupos opositores que combaten a Asad en el norte de Siria.

La victoria en Alepo supondría un importante hito en la guerra, ya que es el bastión opositor y un símbolo de la resistencia al régimen de Asad, hasta la fecha de largo el responsable de un mayor número de muertes en el conflicto. Se estima que todavía quedan más de 200.000 personas residiendo en la zonas rebeldes de la ciudad.