Las dimisiones en cadena merman la fuerza del grupo antislam Pegida

Cinco dirigentes del movimiento antiislam alemán Pegida dimitieron el martes por la noche, una semana después de la retirada forzada de su líder Lutz Bachman, obligado por la  publicación de unas fotos en la prensa en las que aparecía caracterizado como el dictador Adolf Hitler. La capacidad de movilización de Pegida, que el 12 de enero logró congregar a 25.000 personas en la ciudad de Dresde, está a la baja, según constatan varios diarios alemanes.

Entre los dimisionarios se encuentra Kathrin Oertel, de 37 años, que había representado a Pegida (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente) en la primera cadena de la televisión pública ARD, y ante varios medios de prensa, incluyendo la revista Stern. Su marcha fue confirmada al diario popular Bild por otro dirigente de Pegida, Rene Jahn, también recién dimitido, junto con Achim Exner, Bernd-Volker Lincke y Thomas Tallacker.

«El motivo de la dimisión en bloque radica en Lutz Bachman se ha mantenido en el equipo de organización, además de la falta de distancia respecto al movimiento Legida en Leipzig», explica Jahn. Legida es considerado más radical que Pegida, un grupo que, además, rechaza la etiqueta de antislámico y que solo acepta la de «crítico con el islam».

En su última manifestación del domingo, Pegida consiguió reunir  a 17.000 personas. El lunes precedente, la manifestación había sido prohibida debido a la amenaza de un atentado terrorista.

La próxima manifestación, prevista para el lunes, ha sido suspendida por razones desconocidas. No obstante, en su página de Facebook, se mantiene la convocatoria para el lunes 9 de febrero. Katrin Oertel insistía una y otra vez que Pegida no era un movimiento xenófobo.