Kobani, en ruinas

Un combatiente kurdo camina sobre los escombros en la ciudad de Kobani, ayer.

Un combatiente kurdo camina sobre los escombros en la ciudad de Kobani, ayer.

JAVIER TRIANA / ESTAMBUL

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La mitad de la ciudad siria de Kobani que no está destrozada se sujeta con puntales. «La destrucción es inmensa. Al menos el 50% está arrasada», indica Idris Nassan, viceministro de Exteriores del cantón de Kobani. La salida del Estado Islámico (EI) del centro urbano, anunciada a inicios de semana, ha tenido un coste incalculable sobre el terreno. Sí se pueden poner números a las víctimas: unos 1.200 combatientes del EI muertos, unos 600 en el lado kurdo y en torno a 200.000 refugiados kurdosirios que han cruzado a suelo turco.

Su retorno, tras 134 días de combates, parece ahora más cercano. El líder kurdo Enver Muslim, del Partido de la Unión Democrática (PYD), ha informado de que los administradores de Kobani planean pedir la vuelta de los desplazados para esta  primavera y que, desde el lado turco, ya se trabaja en facilitar el regreso.

Las imágenes que muestran los medios de comunicación turcos desplazados sobre el terreno dibujan una ciudad derruida, reducida a cascotes y con edificios que enseñan más sus esqueletos que sus muros, sobre todo en las zonas central y occidental de Kobani. En las calles, guerrilleros sonrientes de las Unidades de Protección Popular -YPG, responsables de la liberación de Kobani- se mezclan con los pocos civiles que aún viven allí. «Ya no es una ciudad, sino ruinas», describe tras visitar la urbe Selma Irmak, una dirigente kurda de Turquía. «A pesar de todo, hay ambiente de victoria». Lo que no hay es electricidad, agua, comida o medicinas.

Sigue la ofensiva

Según la agencia Firat, cercana a la guerrilla kurda, la ofensiva contra los fundamentalistas islámicos del EI sigue fructificando en las zonas aledañas a Kobani. La fuente afirma que las YPG controlan tres puntos al sur de la urbe, a menos de una decena de kilómetros.

Kobani, en la frontera meridional de Turquía, ha sido centro de enfrentamientos entre los milicianos del Estado Islámico (EI) y diversos grupos armados kurdo-sirios desde el pasado 16 de septiembre. Este martes, el Pentágono consideraba que la estratégica plaza había sido «liberada al 90%». Una victoria que muchos consideran clave, al ser la primera frente al EI. Durante una ceremonia por la liberación de la ciudad, Mahmud Berxwedan, comandante del las YPG aseguró entonces que «los bandidos del EI deberían saber que, al igual que las casas de Kobani se tornaron en su tumba, nuestros pueblos también lo harán». Y apostilló: «Nuestra victoria es el inicio del fin del EI en todo el mundo».