Kim Jong-un dice que solo utilizará armas nucleares en el caso de ser atacado

El líder norcoreano hace un intento de rebajar la escalada de la tensión con la comunidad internacional

Periodistas extranjeros y sus guías oficiales leen en la prensa el discurso de Kim Jong-un.

Periodistas extranjeros y sus guías oficiales leen en la prensa el discurso de Kim Jong-un. / periodico

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Con motivo del histórico congreso del Partido de los Trabajadores, el líder norcoreano Kim Jong-un se ha mostrado más conciliador con la comunidad internacional de lo que viene siendo habitual,  al asegurar que no usará sus armas nucleares si su país no es atacado previamente. Kim ha presentado además un plan económico de cinco años que apuesta por la reforma energética.

El discurso de más de tres horas del joven dictador de 33 años fue pronunciado el sábado, pero los medios norcoreanos lo han difundido este domingo en la tercera jornada del cónclave político, que se celebraba por primera vez desde 1980. "Como un estado responsable con armamento nuclear, nuestra república no usará armas atómicas a menos que su soberanía sea invadida por fuerzas agresivas y hostiles con armas nucleares", aseguró el líder ante los casi 3.500 delegados que participaron en el primer congreso del partido estalinista en 36 años.

Tensión

La palabras apaciguadoras de Kim  llegan después de una larga etapa de tensión. En enero, Pyonyang llevó a cabo su cuarta prueba nuclear y un mes después el lanzamiento de un cohete espacial considerado un ensayo de misiles, acciones que llevaron al Consejo de Seguridad de la ONU a adoptar duras sanciones contra el ya de por sí aislado régimen de Kim Jong-un.

En el VII Congreso del Partido, el "líder supremo" también aprovechó para presentar un nuevo plan económico de cinco años, cuyo objetivo es impulsar el desarrollo de una economía que ha mejorado en los últimos años pero se enfrenta ahora a duras sanciones internacionales.

La estrategia, que se desarrollará desde 2016 a 2020, se basa en la idea de impulsar la producción, aunque para ello Kim Jong-un insistió en que primero el país debe hacer frente al problema de la carestía energética. "Es necesario mejorar la vida de los ciudadanos incrementando la producción en la agricultura y la industria ligera", explicó el líder, que apostó además por construir más centrales hidroeléctricas y ampliar el uso de las energías renovables.

Kim, responsable de la conocida como política 'byeongjin' que consiste en impulsar a la vez el progreso económico y el desarrollo nuclear, asume con este proyecto cierta responsabilidad en materia económica, algo que jamás hizo su padre y predecesor Kim Jong-il.