Kiev veta en sus aeropuertos a los aviones rusos de pasajeros

El Gobierno decide también prohibir el sobrevuelo de aparatos con tropas o equipamiento militar

MARC MARGINEDAS / MOSCÚ

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"Los aviones rusos con la bandera tricolor (rusa) no tienen nada que hacer en los aeropuertos ucranianos". Con estas palabras, el primer ministro de UcraniaArseny Yatseniuk ha anunciado, este viernes, la decisión gubernamental de prohibir el aterrizaje y despegue, en los aeródromos de su país, de aviones de pasajeros pertenecientes a las compañías aéreas rusas. Es la más destacada de la batería sanciones aprobada por el Ejecutivo ucraniano para responder al papel que, según  Kiev, está jugando el vecino país en la guerra del Donbás, extremo que Moscú niega vehementemente. Rusia ya ha advertido que responderá la medida.

Pese haber pertenecido a un mismo país -la extinta Unión Soviética- hasta hace tan solo un cuarto de siglo, pese a los importantes vínculos familiares que se mantienen a uno y otro lado de la frontera, el intenso tráfico de viajeros entre ambos países amenaza con experimentar graves problemas en cuanto comience a implementarse la medida, a partir del próximo 25 de octubre. 

TROPAS O EQUIPAMIENTO

Además, Kiev ha aprobado también la prohibición al sobrevuelo de aviones que transportan tropas equipamiento militar, una decisión destinada a dificultar el abastecimiento de las fuerzas rusas desplegadas en el enclave rebelde de Transdnistria, cuyos vuelos de aprovisionamiento deben atravesar obligatoriamente el espacio aéreo ucraniano.

Por el momento, la compañía de bandera rusa Aeroflot no ha cancelado vuelos ni ha empezado a reembolsar el importe a los pasajeros que habían comprado un pasaje a Ucrania hasta que no haya una "notificación oficial" de llas autoridades ucranianas de aviación, según ha asegurado un portavoz en Moscú. Desde numerosos aeropuertos rusos, hay infinidad de vuelos diarios a las principales ciudades ucranianas, tanto a la capital, Kiev, como a poblaciones de provincias como Odessa, Lvov Dnipropetrovsk, entre otras. Transaero, la segunda compañía aérea rusa, también se verá afectada por la decisión